Una apasionante aventura nocturna, desarrollada en el inmejorable marco de la ciudad de Nueva York, que atrapa al espectador de principio a fin, y que esta muy por encima de una simple película con un alto índice de contenido sexual.
La calidad artística de esta película es desbordante, no tiene igual. Kubrick da lo mejor de sí. Ver esta película es como degustar lentamente un postre exquisito.
Última película de este gran maestro ¿Qué más se le puede pedir? Simplemente nada