Con enorme placer reviso este auténtico clásico del cine negro, una obra con mayúsculas filmada en estado de gracia por Tourneur con un reparto que quita el hipo. El comienzo me recuerda un poco al de Forajidos, una gasolinera, un empleado que intenta comenzar una nueva vida, alguien del pasado que lo descubre y a partir de ahí la locura, son las únicas coincidencias, después la trama argumental camina por sendas totalmente distintas, eso sí, dentro del mismo género y con unos resultados igual de extraordinarios.
Desde el principio te envuelve una atmosfera asfixiante, casi no te deja respirar, continuamente suceden cosas, el ritmo es magnifico, la puesta en escena excelente, el guión enorme, aunque nunca hubieras leído nada o oído nada sobre ella, al momento te das cuenta que tienes ante tus sentidos una de esas obras que no vas a olvidar.
Que lujo de intérpretes. Robert Mitchum de protagonista rotundo, duro pero también tierno, cínico pero a la vez inseguro y dispuesto a la redención. Kirk Douglas, echas un vistazo a la filmografía de éste hombre y es de ensueño, irrepetible, quizás Grant, Bogart o Wayne y pienso que ninguno más, pero aún es posible que Kirk esté por encima, aquí también está estupendo. Las chicas, Dicen que la Greer compone una de las más impactantes femme fatale de la historia, sin duda que está esplendida, yo personalmente prefiero a la Ava de Forajidos, la Grahame de Los Sobornados o Rita de Gilda, pero Greer esta prácticamente a ese nivel, por si esto fuera poco la aparición de Rhonda Fleming es increíble, bellísima, elegante, su papel es pequeño pero deja huella. Completando el terceto Virginia Huston, interpreta a una mujer enamorada y decidida, actriz menos conocida y de menor recorrido pero en ésta cinta a parte de brillante luce también preciosa.
Todos ellos nos hacen disfrutar en plenitud de este retorno al pasado, que es también un retorno a la emoción, a los sentimientos, un retorno a la pasión, a los sentidos, en definitiva, durante algo más de hora y media un retorno a la vida.