Extravagante y entretenida comedia ácida, donde el crimen, el humor y la comida, van incluidos en el menú.
Cuenta en su reparto con grandes rostros masculinos del cine, incluyendo a Max Von Sydow, que se atreven a interpretar dos papeles, caracterizándose como mujeres, participando en el extraño juego que ofrece el argumento.
Pero de todas los integrantes del reparto, y a pesar del sentido del humor que otorgan los interpretes masculinos al participar caracterizados como mujeres, hay una figura que destaca sobre todas y no es ni mas ni menos que Séller Winters, que se desvincula de su apariencia angelical, para encarnar un personaje perturbador e inquietante, llenando la pantalla por completo.
Descomunal Séller Winters, con el primer plano de su rostro al comienzo de la película, acompañado por la canción Vita Vita de Mina, su mirada seca y fría, no hace presagiar nada bueno.
El desarrollo de la historia, resulta pausado y los crímenes tardan en presentarse, pero una vez lo hacen, no se detienen, ofreciendo diversas y originales formas de acabar con la vida de una persona, todo ello con buenas dosis de sangre y humor, con un trasfondo relacionado con el amor de madre sobreprotector e incluso de incesto, solo dios sabe la verdad.