"Money Monster" funciona mejor como entretenimiento televisivo que como análisis profundo, pues por mucho mensaje que trate de transmitir para la reflexión, no consigue tensar especialmente porque - no sé si voluntaria o involuntariamente - le sobra humor. Un humor irónico como el del presentador Lee Gates, pero humor al fin y al cabo (y no lo digo porque me lo pareciera en algunos momentos, sino que la gente que había en el cine directamente se reía en aquéllos).
Tiene en su guión ideas buenas y otras absolutamente ridículas (ver spoiler), pese a que el trío protagonista mantiene el tipo y la película tampoco aburre, sobre todo cuando comienza la acción. También es de agradecer que el lenguaje económico y su trama sea bastante accesible para el público (no como por ejemplo, en "La gran apuesta").
El final, previsible, pero aun así vale para pasar un buen rato, sin estar a la altura de otras comparaciones de secuestrador con víctima. Eso sí, el montaje con los movimientos de cámara es bueno. Todo lo contrario que la música, tremendamente ruidosa.
Mi nota: 6,4