"Arlington Road" sería un thriller convencional más, si no fuera por su profundidad acerca del terrorismo. Afortunadamente no fue una película influenciada por el atentado de Al-Qaeda contra las Torres Gemelas (es de 1999), lo cual le otorga una mayor perspectiva que la de que los fanáticos árabes son los enemigos de E.E.U.U. Porque, en realidad, "Arlington Road" puede extrapolarse a cualquier fanático de la violencia como excusa para defender sus ideales. Eso es lo que destaca en la película, bien sostenida gracias al pulso interpretativo de Jeff Bridges y un soberbio Tim Robbins. Tampoco Joan Cusack está mal en esta doble faceta y sus expresiones hacia la cámara.
Mark Pellington desarrolla un buen trabajo de suspense, algo previsible en algunos momentos, también difuso y no del todo bien explicado en otros, pero que al menos aporta algo efectivo en su desenlace (ver spoiler)