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Voto de Daniel:
6
6,7
1.141
Western
El sheriff Jack Wade (Robert Taylor) salva de la horca a Clint Hollister (Richard Widmarck), un viejo compañero de fechorías. A pesar de ello, su antigua banda, con Clint a la cabeza, no le perdona que huyera con el botín del último golpe y decide enfrentarse a él para recuperarlo. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, que vi por primera vez hace mucho, es de las que se recuerdan, y es por los dos actores principales y por ser uno de los westerns esplendorosos de aquellos años y de los 1960s, a todo color, pantalla ancha, paisajes magníficos de las Rocosas y ese misterioso pueblecito abandonado, terreno ahora de las incursiones comanches. También por la perfección y realismo de los detalles, los disparos, los flechazos, y la sorpresa en el nudo final. Sin embargo, este western tiene dos personajes ambiguos, contradictorios y desconcertantes, siendo el que más el propio protagonista (Robert Taylor).
Me explico en zona Spoiler porque, efectivamente, la crítica de una película no puede consistir en contarla, aunque he leído aquí mismo una que es lo que básicamente hace. Yo, por si acaso, siempre he leído las críticas a posteriori.
Me explico en zona Spoiler porque, efectivamente, la crítica de una película no puede consistir en contarla, aunque he leído aquí mismo una que es lo que básicamente hace. Yo, por si acaso, siempre he leído las críticas a posteriori.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El tal Jake Wade pasa casi de la noche a la mañana de atracador de bancos, sin importarle los que morían en los tiroteos, siempre que no fuera un niño, eso sí, a marshall. Aun de marshall, considera un deber ético personal devolverle el favor a su exsocio y examigo, ayudándole a escapar de la cárcel a punta de pistola, sabiendo que no tiene sus escrúpulos y sin importarle mucho tampoco los tres o cuatro que éste se carga antes de huir. Luego, el exsocio lo trata como a un perro, con el propósito final de matarlo, sin duda, cuando se haga con el dinero escondido, pero cuando es él quien tiene el revólver, se vuelve a comportar con su muy personal sentido de la ética ofreciéndole la oportunidad de dirimir diferencias como iguales, por eso mismo, porque es un "caballero con ética".
Y el otro contradictorio es el llamado Ortero, bandido segundón a las órdenes del exsocio malo (Richard Widmark), y que, cuando éste va perdiendo, se pone a favor del primero (Robert Taylor), que le confía incluso el cuidado temporal de su prometida. Western vistoso pero el trazo psicológico es confuso por no decir desastroso.
Y el otro contradictorio es el llamado Ortero, bandido segundón a las órdenes del exsocio malo (Richard Widmark), y que, cuando éste va perdiendo, se pone a favor del primero (Robert Taylor), que le confía incluso el cuidado temporal de su prometida. Western vistoso pero el trazo psicológico es confuso por no decir desastroso.