Buena película de David Trueba, cine sencillo y sin pretensiones. Muy necesario en estos días donde ya está todo más que visto y leído. Una historia bien contada, con un principio y un final, sin pretensiones de autor ni melodramas innecesarios. Este debe ser el camino a seguir para rodar una buena película, tener una historia que contar, algo que despierte el interés del espectador por ser un poco especial.

Las actuaciones son correctas, Cámara está bien (pocas veces falla) y el resto del reparto tampoco desentona. Sigue el genero de las road movies (con un toque nacional) dándole ritmo a la película. Destacar los matices del personaje de Javier Cámara, de lo mejor del film. Como "peros" podría decir que le falta un toque de alegría un algo más, en el argumento que haga que sea sobresaliente.

Respecto a los Goya justa ganadora, no por ser una película excepcional sino por la necesidad de que hubiese un ganador. Creo que había, en esta edición tan poco nivel, que con hacer algo "correcto" ya te lo llevabas. En otras ediciones seguramente no hubiese estado ni nominada. Aún así, merece la pena verla, no va a decepcionar en absoluto, como casi todo lo de David Trueba.