Enfrentarse al visionado de este film, te hace tomar una disyuntiva que está muy alejada una de otra, como en opuestos lados de la Luna. Por una parte, película que no se debe catalogar pues en casi ninguna de las categorías que se suelen manejar, alguien que sepa más que yo (cualquiera, tampoco es tan difícil), me dirá que es un drama contemporáneo, otros que si es una película musical, otros que no es ningún thriller porque no aparece una sola pistola, persecución y demás. Pienso que está más alejada de cualquiera de las convencionales etiquetas y que funciona si, por ende, no buscas donde ubicarla. He decidido que tan sólo puedo catalogarla en dos de esas "etiquetas" y que funciona de forma muy dispar.
Si por un lado, la veo con los ojos de alguien que busca metraje al uso, llegará a hacerme aburrir, un calvo como el de la lotería, pero en lugar de repartir bendiciones, reparte hostias como panes, dejando al Sargento Hartman a la altura del famoso payaso de una cadena de hamburgueserías que todos conocemos y con un triste batería que (debería contarlos), recibe los mismos palos que la batería, pero con la salvedad que, él no suena.
Pero si por el otro lado, olvido esa premisa, que en cualquier aficionado puede darse, y entro en la pretendida búsqueda de lo excelso, de buscar mejorar día a día, estando dispuesto a pagar cualquier precio, y lo que es peor, querer cobrarlo, me situan delante de una historia que magnetiza e hipnotiza cual araña en su tela. Brillantes interpretaciones, muy buena historia y como dice, "las dos peores palabras que existen son BUEN TRABAJO"

8/10