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Voto de los pájaros de Bangkok:
4
Intriga. Drama Cuando el secretario general del Partido Comunista de España (PCE) es asesinado en Madrid, el partido encarga la investigación al detective Carvalho. Por su parte el gobierno encarga la investigación oficial a Fonseca, un anti-comunista. Carvalho llega de Barcelona para hacerse cargo del caso donde conoce a Carmela, una militante comunista que ha sido asignada como su chófer y su ayudante por el partido. Lo primero que hace Carvalho es ... [+]
21 de enero de 2012
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Los que hablamos de una película utilizando como referencia el libro estamos igual de legitimados- dícese del timado por la ley-, que los que no lo hacen así).

En ninguna película sobre el detective barcelonés de origen gallego se llega a la dimensión verdadera del personaje creado por Manuel Vázquez Montalbán. Pero es que la película puede tomarse la libertad de abrir nuevas vías, en ese momento el espectador inteligente deja de exigirle al director ningún tipo de compromiso con el original. A partir de ahí, tenemos una película que se puede ver en clave política: los numerosos guiños al pastiche interno del PC, la zozobra de un país que no había superado del todo la dictadura, Franco muerto, pero no sé si bien enterrado, el papel de la CIA en el embrollo (metido con calzador); en clave sentimental, Carvalho y su relación con Carmela, militante comunista, así como el detective y la ciudad de Madrid, y su gastronomía; en clave negra, y aquí sí es importante remarcar que Montalbán, a pesar de ser un grandísimo conocedor de la novela negra, sólo utiliza ésta para hacer un retrato sentimental del personaje, de Barcelona (sus novelas están centradas allí en un 90%), de una época y dejarnos 30 años de una lucidez apabullante, desde 1972 (aparición del personaje) a 2003 (año de la muerte del escritor).

Las ciudades se aceptan porque abrigan, como las patrias o los recuerdos. (MVM)-entiendan aquí patria como INFANCIA. (Ya se va entendiendo por qué la dificultad en representarle cinematográficamente, o incluso de leerle sin tirarle los trastos a la cabeza sólo porque vean en la solapa que el escritor perteneció al Partido Comunista).

Cuando se apagan las luces para que al hacerse la luz aparezca muerto Fernando Garrido (Santiago Carrillo), no se trata más que de otro guiño, uno de tantos, una excusa para arrancar.

Decía Montalbán, dando a entender que no era nunca lo más importante conocer quién es el asesino en una novela negra: el asesino siempre es el autor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
los pájaros de Bangkok
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