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España España · mont-ras
Voto de Ferrano:
10
Comedia. Drama Una mujer de escasos recursos (Edna Purviance), ha tenido un hijo siendo soltera, y al sentirse abandonada por el padre del niño, decide también ella abandonar al bebé, con la esperanza de que una familia rica lo coja en adopción. Pero el pequeño terminará en manos de un vagabundo (Charles Chaplin), quien pronto se encariñará con él y decidirá sacarlo adelante como sea. Cuando el niño, llamado ahora John (Jackie Coogan) llega a los ... [+]
1 de abril de 2007
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuve la suerte de contemplar esta obra de ARTE, proyectada en un teatro con la música original en vivo. Y salí sintiendome como el nombre indica, un chiquillo. Fue mil veces más gratificante que cualquier sesión ambigüa de multicine, és más, fue única.
Y tratándose de la primera explosión creativa de Chaplin, resultó ser un combinado de épicas proporciones en mi flujo emocional y sensitivo.
Chaplin te hunde en su mundo, procedas del tiempo que procedas, con esta tierna, melodramática e hilarante historia, mil veces repetida a lo largo de la dimensión del cine.

No merece la pena hablar del contenido, creo que muy de sobras es conocido, además de disponer de la eterna sinopsis, por eso mencionaré como magnífica, la química hurdida entre todos y cada uno de los intérpretes, que actúan como si de un juego de niños se tratara, creando así la sensación al espectador de estar en un sueño donde realmente nada y todo es importante, donde todo es posible, donde finalmente, el color gana la batalla en un mundo en blanco y negro; y cuando digo color, me refiero a una visión optimista de la vida, incluyendo los momentos oscuros o malos.

El chico tiene aura, porque Chaplin tenía el don, y la verdad es que yo nunca he querido saber nada de su intimidad, y nunca he querido escuchar parloteos acerca de su persona, yo prefiero contemplar su mensaje, como médium incontestable que era de su inspiración portentosa.
Además, quiero hacer especial mención, a la más especial de las personalizaciones, Charlotte era su nombre, torpes eran sus movimientos, y risas son las que hasta día de hoy, este entrañable, extravagante y soñador personaje han dado al mundo.

Imprescindible, hay que verla a toda costa.
Ferrano
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