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Voto de Mouguias:
3
8,3
58.680
Drama
Principios del siglo XX. David Aaronson, un pobre chaval judío, conoce en los suburbios de Manhattan a Max, otro joven de origen hebreo dispuesto a llegar lejos por cualquier método. Entre ellos nace una gran amistad y, con otros colegas, forman una banda que prospera rápidamente, llegando a convertirse, en los tiempos de la Ley Seca (1920-1933), en unos importantes mafiosos. (FILMAFFINITY)
12 de septiembre de 2010
36 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madre mía, hay que irse a la pantalla 26 para empezar a encontrar criticas negativas de este bodrio. No entiendo a la gente.
La palabra que mejor define "Erase una Vez en America" es "pretenciosa". Está presentada como una gran historia, como una obra épica, cuando el argumento y los personajes apenas superan el nivel de una miniserie para televisión. Esas dos horas y pico de duración le quedan grandísimas, igual que la fotografía de lujo y las escenas con cientos de extras. No merece la pena tanto oropel para envolver un argumento tan simplón y tan inverosímil, unos personajes tan poco atractivos y unos efectos especiales que dan vergüenza ajena (me refiero al maquillaje de los personajes supuestamente envejecidos).
La palabra que mejor define "Erase una Vez en America" es "pretenciosa". Está presentada como una gran historia, como una obra épica, cuando el argumento y los personajes apenas superan el nivel de una miniserie para televisión. Esas dos horas y pico de duración le quedan grandísimas, igual que la fotografía de lujo y las escenas con cientos de extras. No merece la pena tanto oropel para envolver un argumento tan simplón y tan inverosímil, unos personajes tan poco atractivos y unos efectos especiales que dan vergüenza ajena (me refiero al maquillaje de los personajes supuestamente envejecidos).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No me gustan estos niñatos delincuentes. Ni me hacen gracia ni simpatizo con su empeño por convertirse en recaderos de la mafia italiana de Nueva York. Tampoco me da pena del crío asesinado por la banda rival. Nunca he visto un personaje tan absolutamente prescindible: está en la película únicamente para justificar y darle un toque trágico al primer asesinato del protagonista. Pues amigo, si os andabais mezclando con lo peor del hampa, ¿Qué diablos os esperabais?
Sergio Leone trata de imitar a Coppola, pero el Nueva York de principios de siglo que aquí nos pinta no le llega a los talones al de El Padrino II. Tal vez la ambientación esté lograda, pero las cosas que pasan son poco creibles: ¿Una chica que se prostituye por pasteles para críos de doce años, en medio de un barrio judío religioso y superpoblado? ¿Unos mocosos que le sacan una foto de espaldas al poli del barrio mientras se acuesta con una menor y le chantajean con ella? ¿Un crío de ocho años escasos que se planta en mitad de un laboratorio de la mafia y se pone chulo con el capo local, explicándole su "plan" para rescatar alijos de alcohol del fondo del río?
No me gustan estos personajes y no los comprendo. El protagonista es una verdadera joya, un asesino y violador que invita al amor de su vida a una romantica cena y de regreso a casa, la fuerza en el taxi. Y todavía me cae mejor que su gran amigo, el personaje de James Woods. Al final resulta que Woods había traicionado a De Niro pero que éste le perdona. La verdad es que me importa un bledo: después de dos horas y media ni el director ni los actores han conseguido que me interese en su historia.
Otro día hablaremos de la empalagosa banda sonora y de la sensiblería que destila toda la introducción, del pobrecillo Robert de Niro arrastrando su rostro derrotado por la pantalla, de las escenas sexuales metidas con calzador y de algún detallito más.
Sergio Leone trata de imitar a Coppola, pero el Nueva York de principios de siglo que aquí nos pinta no le llega a los talones al de El Padrino II. Tal vez la ambientación esté lograda, pero las cosas que pasan son poco creibles: ¿Una chica que se prostituye por pasteles para críos de doce años, en medio de un barrio judío religioso y superpoblado? ¿Unos mocosos que le sacan una foto de espaldas al poli del barrio mientras se acuesta con una menor y le chantajean con ella? ¿Un crío de ocho años escasos que se planta en mitad de un laboratorio de la mafia y se pone chulo con el capo local, explicándole su "plan" para rescatar alijos de alcohol del fondo del río?
No me gustan estos personajes y no los comprendo. El protagonista es una verdadera joya, un asesino y violador que invita al amor de su vida a una romantica cena y de regreso a casa, la fuerza en el taxi. Y todavía me cae mejor que su gran amigo, el personaje de James Woods. Al final resulta que Woods había traicionado a De Niro pero que éste le perdona. La verdad es que me importa un bledo: después de dos horas y media ni el director ni los actores han conseguido que me interese en su historia.
Otro día hablaremos de la empalagosa banda sonora y de la sensiblería que destila toda la introducción, del pobrecillo Robert de Niro arrastrando su rostro derrotado por la pantalla, de las escenas sexuales metidas con calzador y de algún detallito más.