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España España · Valladolid
Voto de Alberto Monje:
9
Serie de TV. Comedia. Drama Miniserie de TV (2016). 10 episodios. El joven Lenny Belardo acaba de ser elegido Papa, un pontífice de menos de 50 años que se ha hecho llamar Pio XIII. Nadie sabe en el fondo qué piensa sobre los temas más importantes de la Iglesia, ni cómo piensa dirigir el Vaticano. Sus primeras y controvertidas decisiones descolocarán a todo el mundo católico, incluyendo a los miembros de la curia y a los fieles de todo el mundo, haciendo tambalear ... [+]
1 de enero de 2017
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nuevo papa electo, Pío XIII, sale a la Plaza de San Pablo y les dice a sus fieles que deben aceptar el matrimonio homosexual, el aborto, la eutanasia y las parejas de hecho. Lamentablemente, Pío XIII se despierta entre sudores: lo que ha tenido ha sido una verdadera pesadilla. Así comienza el genio italiano, Paolo Sorrentino (La Gran Belleza, Juventud), su serie para HBO: The Young Pope.

El Joven Papa narra la historia de Lenny Belardo (Jude Law), un cardenal que a sus 50 años es nombrado Papa en el Vaticano. El nuevo Sumo Pontífice, en vez de traer aires renovadores cierra a la Iglesia sobre sí misma: en sus pocos discursos, aterroriza a los fieles con el purgatorio; no se deja hacer fotografías; cuando da las misas, las da de espaldas al público; y le pide al Primer Ministro Italiano que prohiba las parejas de hecho, el aborto y las relaciones homosexuales. La “revolución” de Pío XIII solo acaba de empezar.

El oscarizado Paolo Sorrentino escribe y dirige los diez capítulos de esta primera temporada. Está confirmado el rodaje de una segunda, pero que nadie se engañe: The Young Pope es un todo cerrado. Se podría entender, de hecho, como una película larga de 10 horas de duración. Sorrentino estudia, de nuevo, el nihilismo de la sociedad: en el fondo, nadie sabe de nada, todos se refugian en sus puestos, pero todos los personajes son débiles, con muchos puntos oscuros. El Vaticano es la sede de la Iglesia Católica, sede de la verdad suprema e incuestionable, pero nadie la tiene clara. Pío XIII se reúne con su escritor favorito, que le confiesa: “Escribo para que no se vea que no sé nada del mundo”.

Al contrario que muchas obras modernas. La solución que le da Sorrentino a la crisis de sus personajes no es el ateísmo, la verdad suprema de la inexistencia de verdad suprema, sino la fe. The Young Pope se convierte en una verdadera experiencia mística. Todos los espectadores, creyentes o no, sentirán haber conocido a Dios al terminar la serie. Tranquilos, en el fondo habrán conocido a Paolo Sorrentino.

El estilo visual de Sorrentino vuelve a ser una de las marcas de la casa. El director vuelve a recorrer las calles y edificios de su Italia natal. Los aposentos de la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina y las azoteas de El Vaticano se convierten en los segundos protagonistas de la serie. Por otro lado, la banda sonora elegida sorprenderá a propios y extraños: a lo largo de la serie, veremos vestirse al Papa al ritmo de I’m sexy and I Know it, caminar por los pasillos de El Vaticano al ritmo de Rock y viajar por África al ritmo de Rihanna.

Pío XIII (Jude Law) se convierte en un personaje irresistible para cualquiera. Sin duda, su vanidad y sus rasgos fascistas asustarán y enfadarán a partes iguales. Sorprenderá su desayuno a base de Coca Cola Zero de Cereza, su negativa a salir en público, su rechazo por los creyentes y su odio a los homosexuales. Sin duda, parecerá una persona odiosa. Sin embargo, a lo largo de los diez capítulos, Sorrentino nos presenta a un hombre que necesita algo en la vida. Un hombre que sufre, que se pone la sotana y se cree un hombre poderoso, pero en el fondo, está hundido en su propia miseria.

La segunda de abordo de Pío XIII es la Hermana María (Diane Keaton). La legendaria actriz se viste el hábito de monja e interpreta a la mentora del Papa. Ella es una persona que lo conoce desde pequeño y no dudará en guiarlo en su tormentoso papado. Quizá, su personaje no da todo lo que podría haber dado. Cada plano en el que sale Keaton es magnífico, su presencia eleva el conjunto, pero sus apariciones al final parecen pocas. Su mejor momento, que no haya ninguna duda, cuando se pone una camiseta en la que se lee “I’m a virgin, but this is an old shirt” (Soy virgen, pero esta es una camiseta vieja).

El mítico actor italiano Silvio Orlando interpreta al Cardenal Voiello, el Secretario de Estado del Vaticano. Una persona que tiene que improvisar día a día ante las novedades de Pío XIII. Se le define como político, no cura. Conoce las intrigas de la Santa Sede y es capaz de lo que sea por quitar al nuevo Papa del poder.

La sorpresa nos vino a todos cuando vimos a Javier Cámara como uno de los protagonistas de The Young Pope. Su personaje, el Cardenal Gutiérrez, es la persona más oscura y hermética de toda la serie. Poco a poco va ganando protagonismo. Al final, su presencia en pantalla es imprescindible. Cámara realiza una interpretación contenida, pero con espacio para las emociones. Comprende la debilidad de su personaje y le dota de humanidad en sus momentos más delicados.

Quizá hay quien pensara que The Young Pope era una serie muy al estilo House of Cards donde lo importante eran las intrigas y las pugnas por el poder en El Vaticano. No es su intención en ningún momento. The Young Pope es una serie sobre las crisis religiosas, sobre personas que no encuentran su lugar, sobre sacerdotes que no encuentran a Dios. Los más religiosos se escandalizarán al principio, pero después verán su fe recompensada.

Aun así, la serie es una delicia para todos, tanto en el plano estético, como en el interpretativo, como en el de guión. Los más religiosos encontrarán más razones para creer. Los menos, más razones para amar a Sorrentino. Cada uno, que busque lo que quiera.
Alberto Monje
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