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España España · Valladolid
Voto de Alberto Monje:
6
Drama. Romance En los años 50, la joven irlandesa Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a Tony, un chico italiano con el que comienza a salir y del que se enamora. Pero, un día, a Eilis le llegan noticias de una triste noticia familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los que nunca hemos emigrado de nuestro país no podremos sentir lo que sintieron los miles de inmigrantes irlandeses al viajar a América por una vida mejor en los años 50. Sin duda, el cambio cultural y social tuvo que ser devastador. Brooklyn se basa en la novela de Colm Toibin que, perfectamente, se puede basar en millones de historias reales.

En los años 50, Eilis Lacey (Saoirse Ronan) es una joven irlandesa que decide emigrar a Nueva York ante la pobre situación económica en su país. Allí conoce a Tony (Emory Cohen) del que se enamora. Sin embargo, ciertas circunstancias hacen que tenga que elegir entre su amada Irlanda y su deseada América.

La personalidad irlandesa es una de las más fuertes que existen. Para un irlandés, marcharse de su país y encontrase en otra tierra, con otra gente, es lo más doloroso del mundo. Brooklyn juega con los sentimientos nacionales de Irlanda impregnando el celuloide de esa morriña por el país del Leprechaun. Pese a ello, el mayor reto del director es invertir los sentimientos a mitad del film y hacer que su protagonista eche tanto de menos Irlanda como que no quiera volver. Quizá lo que es un reto para el director, no lo es para el espectador. La (costumbrista) historia, no deja lugar a sorpresas, por lo tanto el espectador no tendrá mucha dificultad en adivinar cómo resuelve la protagonista su difícil dilema.

Pese a ello, la película no decepciona y esto tiene una razón: Saoirse Ronan. La actriz neoyorquina deslumbra en cada plano que aparece, su sencillez, pero su melancolía son la principal razón que levantan la película. De hecho, su actuación es tan convincente, que su relación con Emory Cohen (Tony, en la película) es magnética y apasionante. Es imaginable que la principal clave del éxito de la película (nominaciones a los Oscar incluidas) vienen dadas por la potencia interpretativa de la actriz, no de la película en sí. Por su parte, Brooklyn le servirá a Cohen para catapultar su carrera como actor. La película se completa con varios secundarios que, pese a no defraudar, no estaban hechos para destacar: Domhnall Gleeson, Jim Broadbent y Julie Walters.

Brooklyn es un film que emocionará a los que tengan la lágrima más fácil. Sin embargo, en ningún momento sorprende. Quien se disponga a verla, no se va a encontrar nada nuevo, nada que nunca haya visto. Sin embargo, si hay algo en ella que hará que el visionado merezca la pena, eso es Saoirse Ronan. La joven actriz realiza la actuación de su carrera, trabajo que bien le mereció varias nominaciones al Oscar, al Bafta, a los Premios de la Crítica, a los Globos de Oro y al Sindicato de Actores; además de doce premios por diversas asociaciones de la crítica en Estados Unidos. Premios que objetivan a una actriz en estado de gracia.
Alberto Monje
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