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España España · Valladolid
Voto de Alberto Monje:
5
Drama Nahid es una joven divorciada que vive sola con su hijo de diez años en una ciudad del norte de Irán junto al Mar Caspio. Conforme a las normas que rigen la sociedad iraní, la custodia de un hijo le corresponde al padre, aunque en este caso su exmarido se la ha cedido a condición de que no se vuelva a casar. La relación entre Nahid y otro hombre que la ama apasionadamente y desea casarse con ella complicará su situación como mujer y como madre. (FILMAFFINITY) [+]
21 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las dificultades de la mujer en el Irán actual son más que patentes. La libertad de los cineastas (y no me imagino de las cineastas) en el país de los ayatolás no es mucho mejor. Aún así son varias las películas de esta nacionalidad las que han conseguido criticar la posición de inferioridad de la mujer en Irán y todos los obstáculos que tiene en su día a día. Quizá, la película más representativa de este nuevo cine iraní de crítica social puede ser la oscarizada Nader y Simin, una separación (sin contar con el cine del encarcelado Jafar Panahi, pero a éste hay que verlo desde una perspectiva diferente).

Cuando vemos Nahid nos encontramos con un personaje femenino muy potente, interpretado de una manera más que notable por Sareh Bayat. Una mujer que tiene que luchar día a día por su problemático hijo y contra su marido y las leyes persas que le dan a un trato preferencial sobre ella. Nahid no puede casarse con el hombre al que ama porque si no, su actual marido se quedaría con su retorno. Aun así, la rebeldía constante de su hijo contra ella le hace dudar sobre si realmente lo puede seguir teniendo a su cargo.
Pese a ver nosotros la película desde esta perspectiva de crítica social, quizá la novata directora Ida Panahandeh no la orientó de esta manera. En su presentación en la última edición de la SEMINCI, la realizadora dijo que “las mujeres en Irán tienen los mismos problemas que las mujeres de occidente”. Sobre Jafar Panahi, el director iraní encarcelado por criticar a su gobierno, dice que “quien se salta las leyes sabe lo que le pasa”, además añade que ella prefiere vivir en su país y trabajar allí, aunque tenga sus libertades coartadas, ya que respeta sus leyes. Por lo tanto, dicho esto, es complicado que haya una crítica intencionada por parte de la realizadora. La hubiera o no, quizá pudiéramos pensar que es difícil hacer una película “realista” sobre el Irán actual sin dejar claro la situación de su mujer. Por lo tanto, sin querer poner la directora en cuestión nada, nosotros, como espectadores podemos hacerlo tras ver todo lo que ella nos narra.

Si volvemos a la película, ésta no es en absoluto comparable a la genial Nader y Simin. El film se hace largo, da la sensación de que la historia se alarga demasiado. Hay varios momentos que habrían sido un genial clímax para la película, pero los guionistas se encargan de alargarla, no sé muy bien por qué. Aun así, pienso que el trabajo de Panahandeh es positivo para el acabado final, ya que dota a las escenas de cierta fuerza dramática e, incluso, en algunos casos, podríamos hablar de poesía.

Nahid es una película que te deja con un sabor agridulce. En algunos momentos es disfrutable, de hecho, puede ser un buen punto de referencia para acercarse a la todavía desconocida sociedad iraní. Sin embargo, su excesiva duración acaba por cansar y convierte a una película que podría haber sido la perfecta sucesora de Nader y Simin en una película más, del montón. Pese a todo, seguiremos de cerca la filmografía de Ida Panahandeh, puede que en un futuro pueda destacar dentro de los grandes del cine iraní.
Alberto Monje
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