Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Melón tajá en mano:
6
Musical. Drama. Romance El expresidiario Jean Valjean (Hugh Jackman) es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe). Cuando Valjean decide hacerse cargo de Cosette, la pequeña hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre. Adaptación cinematográfica del famoso musical 'Les miserables' de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, basado a su vez en la novela homónima de Victor Hugo. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2012
22 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jamás leí la novela original de Víctor Hugo, pero a cambio tuve la inmensa fortuna de disfrutar de mi abuelo relatándome una y otra vez la misma batallita de forma apasionada y con todo tipo de detalles. No hay lectura capaz de superar la narración intensa de un lector entusiasta, podéis estar seguros.

El pecado de la mayoría de adaptaciones que se han hecho de ‘Les Misérables’ es haber descafeinado una tragedia cargada de elementos críticos sociales y morales. En este caso el pecado es mortal y casi imperdonable.

Las posibilidades de que un musical respete el tono original de cualquier obra son remotas: las emociones fuertes quedan atrapadas en la capa extra-edulcorada de la siempre idealizada trama romántica. El filtro hollywoodiense convierte en light todo acto revolucionario acontecido fuera de los EE. UU.

Es muy probable que Tom Hooper -director de esta nueva versión para el cine que antes fue teatro- arrase en las galas de premios habidas y por haber. Y tiene algunos buenos argumentos para hacerlo, aunque la mayoría sean más actorales y técnicos que de realización.

Hugh Jackman es el rey de la selva en este género. Indiscutible. Contundente. Y aunque él solito podría cargar en sus espaldas toda la película, otros dos compañeros de reparto logran mantener el tipo con admirable contundencia: tanto Russell Crowe como Anne Hathaway rozan el sobresaliente.

La primera hora de cinta resulta, a grandes rasgos, una genial exhibición de esfuerzo y talento. Después el ritmo cae de forma estrepitosa, debido principalmente a una propuesta musical cuyo protagonismo parece dictatorial, negando por completo la presencia al diálogo convencional y haciendo que el conjunto global del filme se haga eterno pero salvable.

Su factura visual guarda una doble cara: por un lado aburre con recursos tan ostentosos como grúas, travellings y picados; por el otro encandila cámara en mano, con primeros planos de pura raza y un refinado gusto por el enfoque.

‘Les Misérables’ de Hooper no parecen tan miserables y trasmiten más pereza que agonía. Su emotividad es bastante superficial, los personajes están desdibujados y su apuesta musical esquiva la esencia de la propia historia.

Lo que pretende ser un canto al género musical no pasa de ser una película entretenida con ciertas dosis de genialidad y condenada al reciclaje. Mi abuelo también estaría decepcionado.
Melón tajá en mano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow