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Voto de Melón tajá en mano:
3
Thriller. Fantástico. Terror En 1921, después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), una escéptica mujer viaja hasta un internado para investigar una aparente posesión. Justo cuando cree que ha desacreditado la teoría del espíritu maligno, tendrá un espectral encuentro que desafiará todas sus creencias racionales. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2012
35 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nick Murphy es un escritor y director irlandés que hasta ahora vivía creando series para la BBC, que es el nombre de una cadena de TV británica y no las siglas "cachondas" del camino más corto hacia la supervivencia que toman muchos profesionales de eso que llaman sector audiovisual y que, efectivamente, tampoco funciona en nuestro país (y no precisamente por falta de medios y profesionales). Nada nuevo cara al sol.

Pero no hablemos de despropósitos fuera del cine y quedémonos con los de dentro, porque los hay y muchos. Por ejemplo la primera película de Murphy, titulada 'THE AWAKENING' ('EL DESPERTAR').

El planteamiento y sus personajes los hemos visto mil y una veces repetidos: alguien escéptico con el más allá y todo lo espiritual (aquí interpretado por Rebecca Hall) viaja a un lugar tenebroso (un internado) convencido por otro personaje "sí creyente" (cómo duele ver a Dominic West -el gran detective McNulty de la excelente 'The Wire'- haciendo papeles así) que le abrirá los ojos ante un caso metafísico de trauma infantil. Allí conocerá a una criada de comportamiento extraño y un niño que sabe más de la cuenta. ¡Ta-chán! Terror a veinte duros el kilo de tópicos.

Pese a la buena secuencia inicial, la película no tarda ni diez minutos en deshacerse. Aunque es más justo decir que nunca llega a tomar forma. Alguna vez se logra el repullo, nunca el escalofrío. El miedo que trata de contagiar la cinta es insípido y previsible. Para colmo cae en el enésimo tópico, el del romance entre protagonistas unidos por un miedo compartido. La torpeza y la tontería se veían venir desde la primera escena en que se cruzan.

El guión de la cinta sólo tenía una salida de emergencia: la trampa. Pero atentos porque ésta es mayúscula. Un insulto con cien tildes y exclamaciones. Un fraude cinematográfico en toda regla. Una vez que se descubre la verdad (o mejor dicho, la gran farsa) la película cae en picado de forma vertiginosa. Qué mareo. Es verdad que no hay que tener miedo a los muertos sino a los vivos. Sobre todo si les das mucho dinero y no saben qué hacer con él.
Melón tajá en mano
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