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Voto de Javier:
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Drama
Tras ser captados en Mali por un ojeador de fútbol, los jóvenes Amadou y Moussa abandonan su país, escapando de la pobreza, y llegan a Madrid persiguiendo el sueño de triunfar como futbolistas. La gira que hacen por España, Portugal y el norte de Europa les mostrará las sombras del deporte rey. (FILMAFFINITY)
15 de octubre de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos inocentes chavales cuya única ilusión es salir de la miseria y resulta que se encuentran de lleno con algo mucho peor, la miseria de la condición humana.
Y lo más terrible no es que esto le esté sucediendo a miles de africanos, lo más terrible es que siga pasando y además lo haga en un continente, el europeo, que presume de ser el adalid defensor de los derechos humanos.
Y lo más terrible no es que esto le esté sucediendo a miles de africanos, lo más terrible es que siga pasando y además lo haga en un continente, el europeo, que presume de ser el adalid defensor de los derechos humanos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Nazco en un lugar donde lo que más prospera es la miseria y mi única esperanza se aferra a un balón de fútbol.
Un día suena la flauta y aparece un representante de futbolistas.
Me prometen, por supuesto, el oro y el moro, eso sí, previo pago de los costes que conlleva la operación (2.500 eurazos).
Por fin, ya me encuentro en España. Llevo unos días entrenando con un equipo de baja categoría, pero he tenido la suerte de que otro representante me ha echado el ojo y cree que puedo entrenar en un primera división portugués. Aunque ésto me da algo de pena puesto que tendré que abandonar a mi compañero de viaje, que ha tenido menos suerte y aún no tiene equipo.
Mi nuevo representante me ha cambiado el pasaporte y ahora tengo tres años más (18), me ha hecho firmar un contrato (de usura) y me ha dicho que a pesar de todo lo que está haciendo por mí y de todo lo que se está gastando, cree que va a merecer la pena.
Me lleva a Portugal y a mí y a muchos como yo nos hacen jugar en un buen estadio durante varios días y ante la atenta mirada de muchos ojeadores. Poco a poco me voy adaptando.
Todo va viento en popa hasta que me lesiono la rodilla. Mi representante me dice que es una rotura del ligamento cruzado, pero me anima y me quiere llevar a Lisboa para que me vea un médico. Es buena persona.
Me deja abandonado en el aeropuerto de Lisboa, sin comida, sin dinero y sin ningún lugar en donde poder dormir.
Pido ayuda a las autoridades del lugar, pero se ríen de mí.
Después de varios robos, consigo dinero para volver a mi país.
Una vez allí, todo ha cambiado. Ya no soy el héroe que habia marchado en pos de la gloria y la fama, ahora soy un pobre diablo que ha deshonrado a su familia, vendido a su hermano pequeño y traicionado a sus amigos.
De mi otro compañero de viaje no sé nada. Tal vez triunfe en Europa, tal vez...
Un día suena la flauta y aparece un representante de futbolistas.
Me prometen, por supuesto, el oro y el moro, eso sí, previo pago de los costes que conlleva la operación (2.500 eurazos).
Por fin, ya me encuentro en España. Llevo unos días entrenando con un equipo de baja categoría, pero he tenido la suerte de que otro representante me ha echado el ojo y cree que puedo entrenar en un primera división portugués. Aunque ésto me da algo de pena puesto que tendré que abandonar a mi compañero de viaje, que ha tenido menos suerte y aún no tiene equipo.
Mi nuevo representante me ha cambiado el pasaporte y ahora tengo tres años más (18), me ha hecho firmar un contrato (de usura) y me ha dicho que a pesar de todo lo que está haciendo por mí y de todo lo que se está gastando, cree que va a merecer la pena.
Me lleva a Portugal y a mí y a muchos como yo nos hacen jugar en un buen estadio durante varios días y ante la atenta mirada de muchos ojeadores. Poco a poco me voy adaptando.
Todo va viento en popa hasta que me lesiono la rodilla. Mi representante me dice que es una rotura del ligamento cruzado, pero me anima y me quiere llevar a Lisboa para que me vea un médico. Es buena persona.
Me deja abandonado en el aeropuerto de Lisboa, sin comida, sin dinero y sin ningún lugar en donde poder dormir.
Pido ayuda a las autoridades del lugar, pero se ríen de mí.
Después de varios robos, consigo dinero para volver a mi país.
Una vez allí, todo ha cambiado. Ya no soy el héroe que habia marchado en pos de la gloria y la fama, ahora soy un pobre diablo que ha deshonrado a su familia, vendido a su hermano pequeño y traicionado a sus amigos.
De mi otro compañero de viaje no sé nada. Tal vez triunfe en Europa, tal vez...