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Voto de Giorgio1967:
6
Drama Narra la historia de Srinivasa Ramanujan, un matemático indio que hizo importantes contribuciones al mundo de las matemáticas como la teoría de los números, las series y las fracciones continuas. Con su arduo trabajo, Srinivasa consiguió entrar en la Universidad de Cambridge durante la Primera Guerra Mundial, donde continuó trabajando en sus teorías con la ayuda del profesor británico G. H. Hardy, a pesar de todos los impedimentos que ... [+]
23 de agosto de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una vida científica interesante, que a todas luces amerita ser contada, es la de Srinivasa Aiyangar Ramanujan, matemático indio de formación autodidacta que llegó a revolucionar la matemática moderna a partir de su extraordinario trabajo centrado en series, fracciones continuas y teoría de números junto a su alma mater británico G. H. Hardy. Más allá de su talento excepcional, convengamos en que su biografía contiene los elementos ideales para el desarrollo de un melodrama cinéfilamente sustentable: infancia pobre en Madras, en el corazón del Tamil Nadu británico de fines del siglo XIX (hoy India), el descubrimiento muy temprano de una disciplina en la que luego descollaría deslumbrando a seguidores y detractores, un casamiento arreglado con una novia que en el momento de desposaría contaba con solo 10 años, una relación que devendría hostil con una suegra desconfiada y sobre todo, su camino al estrellato en el escenario bien acartonado y seductor del Cambridge de comienzos del siglo XX, formando una parábola perfecta de éxito del oprimido que haría las maravillas de cualquier melodrama con pretensiones de corrección política. Encima actúa como Hardy Jeremy Irons, un monstruo del cine capaz de aportarle sobriedad y sentido a cualquier personaje del montón, y, como remate podemos decir que Raj Patel, eaquel de “Slumdog Millonarie”, no desentona en el papel estelar. Sin embargo, aunque sabemos que hacer películas de genios redimidos generalmente vende mucho y bien - "Una mente brillante" o "The imitation game" no me dejan mentir-, a veces es necesario aporar más que un buen formato y actuaciones correctas para ponerle pimienta a un biopic de este tipo. A ver, no es que la vida de Ramanujan no sea interesante y adecuadamente épica, ni que el conflicto entre carcamanes encumbrados y el pobre y brillante indio para ingresar a la “Royal Society” no esté bien retratado, ni que el advenimiento de la Primera Guerra Mundial en la atmósfera acartonada de Cambridge, con zeppelines alemanes incluidos, no brinde el clima adecuado para poner en escena el combate entre justos y poderosos. Es más, hasta el filósofo Bertrand Russell (Jeremy Northam), apodado "Bertie" por Hardy, su amigo, se suma a la cruzada pacifista, atea y progresista y le aporta dramatismo y corrección política a la trama.
Uno de los problemas con esta película, me parece, es que su desarrollo está demasiado amoldado a lo esperable, haciendo que los aciertos actorales y climáticos no brillen lo suficiente y que aparezcan, por ejemplo, demasiado diferenciadas y hasta polarizadas las narrativas del momento británico y el indio de la historia, acaparando todo el dramatismo y la humanidad en el segundo y casi todo el acartonamiento en el primero. Posibles objeciones históricas mediante, parece poco creíble, además, que alguien con el vuelo intelectual de Ramanujan parezca tan patéticamente incapaz de justificar sus hallazgos como lo presentan. Sus creencias religiosas, convenientemente exacerbadas, también redondean una oposición algo sospechosa entre el raciocinio deductivista de Hardy y el intuicionismo del protagonista, habilitando una visión paternalista y algo eurocéntrica que, según leí por ahí, tal vez no le haga justicia al hecho de que la India representó y representa, más allá del innegable prestigio y glamour de Cambridge, uno de los centros matemáticos de mayor reputación en la historia de la humanidad.
Al margen de la fidelidad a los hechos reales de la historia, de remate podemos decir que el componente afectivo e intimista de la trama, su tonalidad sentimental, tampoco llega a tener una dimensión central, haciendo que el espectador quede atrapado, por momentos, entre los vericuetos de las genialidades inexplicadas de Ramanujan y un sufrimiento personal que es más exhibido que explotado en sus matices.
En fin, interesante historia y correcta realización, pero, al igual que algunos enigmas que aún siguen atormentando a los matemáticos actuales, algo quedó sin resolver en el relato.
Giorgio1967
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