Por qué se comportan de esa forma tan rara, por qué están como con miedo, qué pasa ahora. Bueno, a saber, con lo retorcido que es Hitchcock puede ser cualquier cosa. Ah no, espera, que esta es una historia real.

Es lo que piensa uno a los 5 minutos de película en cuanto el protagonista entra en la Oficina de Seguros.

Partimos de una situación completamente normal para de golpe y porrazo, algo a lo que ya nos acostumbra Hitchcock, meternos en un enredo caótico, ilógico y del que no entendemos nada.

Lo novedoso de esta cinta es que se supone que es una historia real, por lo que más extraño se vuelve el asunto.

Cuando te das cuenta de que todo debe de deberse a una confusión causada por un parecido físico la intriga se pierde un poco y lo único que esperas es que se encuentre al verdadero culpable.

Que también tú dices cómo coño alguien puede acusar a Henry Fonda de nada, si se pasa toda la película con una cara que recuerda al gato con botas de Shrek.

Pero bueno, la película tiene una muy buena primera parte aunque decae un poco al final. Es obra de un gran director, y sabemos que es una buena película, pero no está a la altura de muchas de sus otras cintas. No obstante es totalmente recomendable.