No sé si es por la situación en la que me encuentro en este momento, pero no logro encontrar nada que pueda reprocharse a esta película.
Su animación es preciosa, con ese estilo de acuarelas, que recuerda a los cuentos que leías de pequeño, con esos diseños de personajes, que los hace adorables.
Si es que hasta la historia es que es muy bonita: dos personajes que no logran encajar en su mundo, que ambos no entienden porque las cosas funcionan así, y que gracias al apoyo mutuo tendrán a alguien a que les comprenda, estamos presenciando el nacimiento de una gran amistad, en una sociedad que no quiere que se produzca porque acabaría con la cultura establecida.
Como mensaje final quiero decir que en un mundo donde solo buscamos una excusa para odiarnos los unos a los otros, en lugar de preguntarnos por qué ese rechazo, que solo buscamos una razón para justificar a la violencia, en vez de rechazar los estereotipos que nos han inculcado. Creo que esta película es necesaria para que cale su mensaje, tanto a niños como a mayores y así evitar ese miedo y odio sin sentido. Además de poder disfrutar de un momento de belleza y ternura gracias a la gran animación de este grupo Francés, que desde mi más sincera opinión merecían haber ganado el Óscar en 2013.