Es cierto que era una gran responsabilidad juntar a dos de los más famosos monstruos del cine en una sola película. Además, de justificar el enfrentamiento y crear escenas entretenidas. Puede que la falta de valentía y de entusiasmo solo ha logrado que la película sea pasable y no pueda llegar más lejos.

Tras ver la película, todavía no sé porque Godzilla está enfadado con Kong, además de dejarle claro que es más fuerte que él, y Kong tiene que responder los golpes. Las escenas de enfrentamientos de estas criaturas es lo más interesante, pero no logra ese nivel de epiquismo que pudimos sentir en las escenas de obras más reciente como Pacific Rim. La banda sonora, el montaje y el combate es lo que hace que sea inferior a la película de Guillermo del Toro. Además, no se ha querido desequilibrar la balanza para ninguno de los dos kaijus, lo que hace que la batalla nunca alcance un clímax.

Y lo peor de esta película sin duda, y que es un fallo constante en el universo monstruoso, son las escenas con los humanos, que no despiertan el interés del espectador en ningún momento y que no te importaría que salieran mal parados porque no lograrás conectar con ellos.

En conclusión, es una película entretenida sin ningún tipo de pretensión, que a pesar de tener a estos gigantes del cine, no logra aprovechar su potencial. Las escenas con los humanos son un paseo por el desierto que hay que pasar para disfrutar de la lucha de estos titanes.