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Voto de dovith:
9
1999
David Chase (Creador), Timothy Van Patten ...
8,5
59.220
Serie de TV. Thriller. Drama. Comedia
Serie de TV (1999-2007). 6 temporadas. 86 episodios. Crónica de la vida cotidiana y de las aventuras personales y profesionales de una familia mafiosa que vive en Nueva Jersey. Son gentes sencillas, pero implacables en sus ritos y tradiciones. La trama se basa en las confidencias del "capo" Tony Soprano (James Gandolfini) a su psicoanalista, la doctora Melfi (Lorraine Bracco). (FILMAFFINITY)
31 de octubre de 2013
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podríamos decir que "The Sopranos" es a las series de televisión lo que "El Padrino" es al cine. Es LA SERIE sobre la Mafia. Una serie sobre una familia de nuevos ricos a los que les gusta aparentar, pero sin demasiada clase, que resultan más bien un poco horteras, un carnaval del mal gusto con cadenas de oro para ellos y peinados "crepaos" con laca para ellas.
Tony es un tipo duro, el Vito Corleone de la televisión, pero es capaz de ponerse a llorar mientras conduce porque en la radio suena una canción triste, o porque unos patos se han ido de su casa o porque se le muere su caballo de carreras. Aún así, es incapaz de derramar una sola lágrima cuando muere alguno de sus seres queridos. Quizás es que está tan acostumbrado a menospreciar la vida humana, que no tiene la capacidad de dejar aflorar sus sentimientos cuando alguien muere.
En esta serie me pasa como con "Mad Men", claramente se trata de una serie ambientada en un mundo de hombres, pero aún así, son las mujeres las que consiguen fascinarme.
1) Carmela Soprano que se pasa toda la serie (o sea toda la vida) enfadada con Tony; con su peinado horterilla a lo "llevo más laca que mechas", sus uñas postizas, siempre sola en la gran mansión escuchando el "Con te partiro" de Andrea Boccelli. Siempre haciendo la vista ciega ante los múltiples crímenes de su marido, mientras éste le siga permitiendo llevar esa vida llena de comodidades. A su manera, Carmela también es una gángster, que incluso puede llegar a la amenaza o a la extorsión para conseguir lo que quiere. Me encantaron los pequeños enamoramientos de Carmela. Primero se siente atraída por su cura, luego con el hermano viudo de una amiga suya, que viene a hacerle algunos arreglillos en la casa, y eso es lo que ella necesita, que le hagan unos buenos arreglillos... Y luego con Furio (uno de los napolitanos que trabaja para Tony). Aún así, nadie se atreve a acostarse con la Primera Dama del gran Capo de la Mafia de New Jersey, aunque todos estemos deseando que le meta los cuernos a Tony.
2) Livia Soprano (la madre de Tony), otro personaje interesantísimo. Es la típica yaya que no para de quejarse de que sus hijos la tienen abandonada. Livia es una gran manipuladora, capaz de hacer sentir culpable a los que la rodean por su amargura. No para de hablar de la muerte y no para de decir que lo mejor que le podría pasar es que Dios se la llevara de una vez. De hecho, siempre está leyendo las necrológicas de los diarios. Es una gran desagradecida, incapaz de mostrar afecto o cariño hacia los suyos.
3) Meadow (la hija mayor de Tony y Carmela) ¿Se puede tener un nombre más ridículo?, llamarse "pradera", no puede ser bueno para nadie... Meadow es más viva que el hambre, i a diferencia de su hermano (A.J.), se entera de todo lo que pasa y de los trapicheos de su padre.
4) Adriana La Cerva (la novia de Christopher Moltisanti, el protegido/sobrino de Tony). Tan horterilla vistiendo como Carmela (o más...) con sus vestidos de leoparda. A mí es un personaje que me daba mucha pena, quería muchísimo a Christopher, del que recibe palizas y malos tratos. Es una eterna romántica, que constantemente está planeando una boda que nunca llega. Y sobre todo me hizo sufrir muchísmo cuando la policía empieza a acosarla para que les ayude a destapar la red de Tony y sus secuaces. Adriana protagoniza uno de los momentos más tristes que he visto en una serie de televisión y que no revelaré para evitar spoilers...
5) Janice Soprano (la hermana mayor de Tony), todo un personaje. Es como una niña pequeña: traviesa, inmadura, irresponsable, con un gusto horrible para los hombres (el primero la pega y luego ella le dispara mientras está comiendo macarroni, obviamente luego tiene que venir Tony a limpiar la escena del crimen y sacarle las castañas del fuego a su hermana una vez más o cuando comienza a salir con un tío que sufre narcolepsia y que se queda dormido cada dos por tres).
6) Dra. Jennifer Melfi (la psicóloga de Tony) que siente una gran ternura hacia él, a pesar de saber que es un Capo de la Mafia. Lo ve como un pequeño chiquillo, alguien aparentemente fuerte, al que tiene que cuidar. De todas formas, yo creo que tratar a Tony también resulta terapéutico para ella. La Dra. Melfi siente una fuerte atracción hacia Tony, pero ésta nunca llega a consumarse. Es la única mujer a la que Tony no ha sido capaz de conquistar, y eso la convierte en alguien aún más deseable. A ella le cae bien Tony, se precupa muchísimo por él, y parece que esté cada semana esperando el día que tiene consulta con él.
Tony es un tipo duro, el Vito Corleone de la televisión, pero es capaz de ponerse a llorar mientras conduce porque en la radio suena una canción triste, o porque unos patos se han ido de su casa o porque se le muere su caballo de carreras. Aún así, es incapaz de derramar una sola lágrima cuando muere alguno de sus seres queridos. Quizás es que está tan acostumbrado a menospreciar la vida humana, que no tiene la capacidad de dejar aflorar sus sentimientos cuando alguien muere.
En esta serie me pasa como con "Mad Men", claramente se trata de una serie ambientada en un mundo de hombres, pero aún así, son las mujeres las que consiguen fascinarme.
1) Carmela Soprano que se pasa toda la serie (o sea toda la vida) enfadada con Tony; con su peinado horterilla a lo "llevo más laca que mechas", sus uñas postizas, siempre sola en la gran mansión escuchando el "Con te partiro" de Andrea Boccelli. Siempre haciendo la vista ciega ante los múltiples crímenes de su marido, mientras éste le siga permitiendo llevar esa vida llena de comodidades. A su manera, Carmela también es una gángster, que incluso puede llegar a la amenaza o a la extorsión para conseguir lo que quiere. Me encantaron los pequeños enamoramientos de Carmela. Primero se siente atraída por su cura, luego con el hermano viudo de una amiga suya, que viene a hacerle algunos arreglillos en la casa, y eso es lo que ella necesita, que le hagan unos buenos arreglillos... Y luego con Furio (uno de los napolitanos que trabaja para Tony). Aún así, nadie se atreve a acostarse con la Primera Dama del gran Capo de la Mafia de New Jersey, aunque todos estemos deseando que le meta los cuernos a Tony.
2) Livia Soprano (la madre de Tony), otro personaje interesantísimo. Es la típica yaya que no para de quejarse de que sus hijos la tienen abandonada. Livia es una gran manipuladora, capaz de hacer sentir culpable a los que la rodean por su amargura. No para de hablar de la muerte y no para de decir que lo mejor que le podría pasar es que Dios se la llevara de una vez. De hecho, siempre está leyendo las necrológicas de los diarios. Es una gran desagradecida, incapaz de mostrar afecto o cariño hacia los suyos.
3) Meadow (la hija mayor de Tony y Carmela) ¿Se puede tener un nombre más ridículo?, llamarse "pradera", no puede ser bueno para nadie... Meadow es más viva que el hambre, i a diferencia de su hermano (A.J.), se entera de todo lo que pasa y de los trapicheos de su padre.
4) Adriana La Cerva (la novia de Christopher Moltisanti, el protegido/sobrino de Tony). Tan horterilla vistiendo como Carmela (o más...) con sus vestidos de leoparda. A mí es un personaje que me daba mucha pena, quería muchísimo a Christopher, del que recibe palizas y malos tratos. Es una eterna romántica, que constantemente está planeando una boda que nunca llega. Y sobre todo me hizo sufrir muchísmo cuando la policía empieza a acosarla para que les ayude a destapar la red de Tony y sus secuaces. Adriana protagoniza uno de los momentos más tristes que he visto en una serie de televisión y que no revelaré para evitar spoilers...
5) Janice Soprano (la hermana mayor de Tony), todo un personaje. Es como una niña pequeña: traviesa, inmadura, irresponsable, con un gusto horrible para los hombres (el primero la pega y luego ella le dispara mientras está comiendo macarroni, obviamente luego tiene que venir Tony a limpiar la escena del crimen y sacarle las castañas del fuego a su hermana una vez más o cuando comienza a salir con un tío que sufre narcolepsia y que se queda dormido cada dos por tres).
6) Dra. Jennifer Melfi (la psicóloga de Tony) que siente una gran ternura hacia él, a pesar de saber que es un Capo de la Mafia. Lo ve como un pequeño chiquillo, alguien aparentemente fuerte, al que tiene que cuidar. De todas formas, yo creo que tratar a Tony también resulta terapéutico para ella. La Dra. Melfi siente una fuerte atracción hacia Tony, pero ésta nunca llega a consumarse. Es la única mujer a la que Tony no ha sido capaz de conquistar, y eso la convierte en alguien aún más deseable. A ella le cae bien Tony, se precupa muchísimo por él, y parece que esté cada semana esperando el día que tiene consulta con él.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Fundido a negro (un polémico final):
Tras ocho años en antena, está claro que las expectativas y las diferentes teorías sobre cuál sería el desenlace de esta gran serie eran muchas. Todos, de alguna manera u otra, le teníamos cariño a Tony, pero sabíamos que había cosechado demasiados enemigos a lo largo de su vida, había asesinado a demasiadas personas, y no podía salir impune de todo esto. La muerte siempre había sido su acompañante e incluso había llamado a su puerta en una ocasión, pero parecía que nada ni nadie era capaz de acabar con él.
Los últimos minutos de la serie son un magistral ejercicio de estilo, de guión, de montaje. Esa especie de última cena de Tony con su familia en un restaurante típicamente americano, con la canción "Don't Stop Believin'" sonando de fondo, cuyo tono excesivamente entusiasta consigue ponerte de los nervios, como anunciándote que algo terrible va a suceder. Cada persona que entra en el restaurante (con ese molesto sonido de la campanilla que hay en la puerta) resulta sospechosa, como si todas las personas que querían matar a Tony le hubieran tendido una trampa en ese aparentemente tranquilo Dinner. Sólo falta por llegar Meadow, que tenía cita con su ginecólogo, para que esté toda la familia reunida.
La escena va alternando un punto de vista general con el punto de vista subjetivo, desde la perspectiva de Tony, que parece estar nervioso, como si supiera que algo malo le va a ocurrir. Finalmente, Meadow llega en coche, pero le cuesta aparcar (quizás está nerviosa porque su ginecólogo le ha dado la noticia de que está embarazada de su novio y quiere contárselo a toda su familia, jamás lo sabremos...). Hay un hombre sospechoso en la barra que no para de mirar a Tony. Finalmente, el hombre se levanta y la pantalla sufre un repentino fundido a negro. Hemos vuelto al punto de vista subjetivo de Tony, que ha recibido un tiro en la cabeza y ha muerto. La pantalla se queda en negro durante unos segundos y finalmente aparecen los títulos de crédito finales.
Quizás todos sabíamos que Tony iba a morir al final de la serie, lo que no sabíamos es que David Chase nos mostraría su muerte de una manera tan magistralmente original. Es como asistir a la "Boda Roja", pero sin verla. Tenemos que imaginarnos a Tony con los sesos esparcidos sobre la mesa frente a la mirada atónita de Carmela y de A.J. y la pavorosa sorpresa de Meadow cuando entre en el restaurante. Recordemos que a veces no mostrar es mucho peor que mostrar, nuestra imaginación puede llegar a ser mucho más cruel.
Estoy seguro que muchos pensaron que se había estropeado su televisor o que aún quedaba un dvd más en el estuche de la temporada. Estoy seguro que muchos se enfadaron con David Chase por haber terminado la serie así, pero ¿es que a caso después de pasar tanto tiempo con Tony queríamos ver sus sesos espachurrados sobre una mesa? Yo creo que no, que ésta es la mejor manera de acabar: coherente, elegante, bien construída. El perfecto lazo final.
Tras ocho años en antena, está claro que las expectativas y las diferentes teorías sobre cuál sería el desenlace de esta gran serie eran muchas. Todos, de alguna manera u otra, le teníamos cariño a Tony, pero sabíamos que había cosechado demasiados enemigos a lo largo de su vida, había asesinado a demasiadas personas, y no podía salir impune de todo esto. La muerte siempre había sido su acompañante e incluso había llamado a su puerta en una ocasión, pero parecía que nada ni nadie era capaz de acabar con él.
Los últimos minutos de la serie son un magistral ejercicio de estilo, de guión, de montaje. Esa especie de última cena de Tony con su familia en un restaurante típicamente americano, con la canción "Don't Stop Believin'" sonando de fondo, cuyo tono excesivamente entusiasta consigue ponerte de los nervios, como anunciándote que algo terrible va a suceder. Cada persona que entra en el restaurante (con ese molesto sonido de la campanilla que hay en la puerta) resulta sospechosa, como si todas las personas que querían matar a Tony le hubieran tendido una trampa en ese aparentemente tranquilo Dinner. Sólo falta por llegar Meadow, que tenía cita con su ginecólogo, para que esté toda la familia reunida.
La escena va alternando un punto de vista general con el punto de vista subjetivo, desde la perspectiva de Tony, que parece estar nervioso, como si supiera que algo malo le va a ocurrir. Finalmente, Meadow llega en coche, pero le cuesta aparcar (quizás está nerviosa porque su ginecólogo le ha dado la noticia de que está embarazada de su novio y quiere contárselo a toda su familia, jamás lo sabremos...). Hay un hombre sospechoso en la barra que no para de mirar a Tony. Finalmente, el hombre se levanta y la pantalla sufre un repentino fundido a negro. Hemos vuelto al punto de vista subjetivo de Tony, que ha recibido un tiro en la cabeza y ha muerto. La pantalla se queda en negro durante unos segundos y finalmente aparecen los títulos de crédito finales.
Quizás todos sabíamos que Tony iba a morir al final de la serie, lo que no sabíamos es que David Chase nos mostraría su muerte de una manera tan magistralmente original. Es como asistir a la "Boda Roja", pero sin verla. Tenemos que imaginarnos a Tony con los sesos esparcidos sobre la mesa frente a la mirada atónita de Carmela y de A.J. y la pavorosa sorpresa de Meadow cuando entre en el restaurante. Recordemos que a veces no mostrar es mucho peor que mostrar, nuestra imaginación puede llegar a ser mucho más cruel.
Estoy seguro que muchos pensaron que se había estropeado su televisor o que aún quedaba un dvd más en el estuche de la temporada. Estoy seguro que muchos se enfadaron con David Chase por haber terminado la serie así, pero ¿es que a caso después de pasar tanto tiempo con Tony queríamos ver sus sesos espachurrados sobre una mesa? Yo creo que no, que ésta es la mejor manera de acabar: coherente, elegante, bien construída. El perfecto lazo final.