¿Qué pasaría si los "¡Te voy a matar!" típicos que los padres sueltan a sus hijos no fueran en sentido figurado? Algo así parece haberse planteado Brian Taylor, director y guionista de "Mamá y papá" (2017), una mezcla de comedia negra y terror que retrata las frustraciones de la paternindad con toda la mala baba que pueda imaginarse. No hay demasiadas explicaciones: por algún motivo, una especie epidemia asola repentinamente una población de Estados Unidos, provocando que los padres quieran asesinar a sus descendientes. A partir de entonces comienza un relato de supervivencia cuyas mayores virtudes son el jugo cómico de cada nueva situación y lo inaudito de ir contra natura.

Mejor en su planteamiento que en su desarrollo, perdiendo bastante por el camino durante las escenas de pura acción, "Mamá y papá" va a machete contra la institución de la familia y los valores de la sociedad, sus flaquezas y sus incongruencias en la búsqueda de una supuesta felicidad, enarbolando un discurso juguetón que, aunque con interesantes puntos a favor, toma la acertada decisión de no tomarse demasiado en serio a sí misma. Y todo mejora si cuentas con Nicolas Cage.

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