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España España · Tarragona
Voto de XuCoOo:
6
Thriller Basada en la vida real de Barry Seal, un piloto de la TWA reclutado por la CIA que se convirtió en un importante narcotraficante que movía droga para el cartel de Medellín de Jorge Ochoa y Pablo Escobar entre los Estados Unidos y Centroamérica, viéndose involucrado en importantes sucesos de los años 80 como el escándalo Irán-Contra. (FILMAFFINITY)

7 de septiembre de 2017
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American Made nos pone en la piel de un simpático, todo entre comillas teniendo en cuenta lo que en realidad era, piloto de aviones que lo deja todo por algo mucho mayor. Tanto que ni siquiera sabía dónde se metía. Se puso a trabajar con la DEA para echar fotos aéreas de las fuerzas Nicaragüenses comunistas, pero después se dio cuenta de que en un mismo viaje podía llevarles armas al cártel de Colombia y, de paso, meter la droga de Pablo Escobar y los hermanos Ochoa en EEUU. Todo eso con un buen fajo de dinero y más tensión de la necesaria, pero eso se pasa de puntillas en la película de Doug Liman, al que no hay nada que reprochar en cuanto a agilidad y dosis de acción.

Tom Cruise protagoniza una película que opta más por el carisma y el desenfado de un Barry Seal que, no era tan divertido, ni mucho menos, y que no lo pasó tan bien como se narra. Basada en una historia real, sí, pero para las historias reales ya tenemos Narcos y todas las series del estilo. BARRY SEAL: EL TRAFICANTE, opta por arrancar de cuajo todo tipo de dolor, represalias, muertes y violencia que desataron esas acciones y todo lo que tenía que ver con el reparto de armas y droga que se hizo, ayudando a crear el imperio de Pablo Escobar y echando a perder miles de familias por el camino.

Se opta por la acción, el buen humor y la frivolidad, una apuesta que sale bien, siempre y cuando no estuviera basado en una historia real. La imagen del propio Barry Seal es amable, simpática incluso, algo que ni de lejos es real. Casi se le presenta como a un héroe, que para algo es Tom Cruise quien lo interpreta, e incluso nos cae bien. Todo ello se debe al tono con el que Doug Liam ha preferido optar. No es que no nos haya gustado, pero el tratamiento de biopic se queda un tanto alejado de la realidad, precisamente porque las consecuencias evidentes de sus actos no se reflejan en absoluto.

En definitiva, BARRY SEAL: EL TRAFICANTE no es mala película por ello, ni mucho menos. Sabe entretener, se hace muy amena y es ágil, nos da la tensión adecuada y esa originalidad de Narcos que tanto nos hechiza. A los fans de este tipo de películas y series les encantará, aun sabiendo que se opta por eliminar aquello que podría haber oscurecido más al personaje. Tom Cruise demuestra estar en forma, una vez más, así que no podemos pedirle más. No os la perdáis.
XuCoOo
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