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Voto de MarlaSinger:
10
17 de marzo de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desearía que "Sunday, bloody Sunday" del director británico John Schlesinger, tuviese en esta web no sólo una calificación promedio más alta, sino más reseñas. Que más personas se interesen en escribir sobre ella.
A mi en particular, me parece una película magnífica. Más compleja de lo que parece, que invita a la reflexión y a un segundo visionado casi seguro. Teniendo en cuenta que el producto proviene de Schlesinger y sobre todo del Schlesinger de aquella época, podemos confiar en que el filme es interesante, profundo y de esos que al menos a mi, me deja un tanto afligida. Tal como me ocurrió con la maravillosa "Midnight Cowboy" (1969), comiéndome la cabeza pensando: "¿Qué he visto realmente?". Me llega al alma este director aunque soy consciente de que no toda su obra es buena y tiene algunas que hasta parece que ni las hubiese dirigido él... pero no sé, me atrapa.
El guión está firmado por Penelope Gilliatt, una novelista muy reconocida en Reino Unido y trata sobre un triángulo amoroso totalmente abierto, es decir, sin secretos y hasta los tres involucrados se conocen. No hay engaños ni engañados, sólo hay confort, deseo y conformismo (algo es mejor que nada). Estoy segura de que todos alguna vez fuimos como los protagonistas maduros de esta película: Alex (Glenda Jackson), y Daniel (Peter Finch). ¿Quién no tuvo a un Bob (Murray Head) en su vida?.
Como leí en uno de los comentarios y comparto totalmente, la historia no se centra en homosexualidad o bisexualidad, sino en sexualidad. Afortunadamente y a pesar de su año de estreno y de la situación que atravesaba Inglaterra a inicios de los '70, la cinta no se pierde en discriminación por homofobia o miedo a aceptar la inclinación. En absoluto. Los personajes son muy seguros con respecto a su sexualidad y viven su vida sin conflictos con respecto a eso; sus problemas son de carácter emocional. Por lo tanto, no es correcto abordar "Domingo, maldito domingo" esperando encontrar un producto LGBT que muestre el drama por ser homo porque no va de eso. Y mejor... justamente la naturalidad de la narración es lo que hace que la trama sea tan disfrutable.
Me encantan las interpretaciones y destaco a Murray Head porque él también está estupendo, y lo aclaro ya que no era un actor consagrado como Glenda Jackson y Peter Finch, quienes están soberbios, por cierto. Pero Murray desprende un encanto que te hace pensar que tú caerías rendida/o ante alguien como él. De cierta forma querríamos ser como este "Bob" en el que se encarna. Libres, fríos y la forma en la que el intérprete asume su papel como objeto de deseo de los demás se transmite en su andar, en su forma de expresarse. Me lo creo en todo momento. Por el otro lado, "Alex" y "Daniel" son conscientes de lo que obtienen y de lo que No obtienen por parte de Bob. El tema es la incapacidad de soltar.
Yo creo que es importante meditar sobre los vínculos sentimentales que no aportan nada. Es mejor dejar atrás que luchar con algo que no tiene remedio. Como esbozaba el maestro Mario Benedetti en su poema: "La culpa es de uno cuando no enamora y no de los pretextos, ni del tiempo..." Y aun así, se puede vivir con eso. No es un crimen ni un delito que no nos amen.
La verdad, tal vez yo esté viendo más de lo que hay pero es que realmente me cautivó "Sunday bloody Sunday" y no puedo dejar de recomendarla aunque sé que no va a ser del gusto de todos.
A mi en particular, me parece una película magnífica. Más compleja de lo que parece, que invita a la reflexión y a un segundo visionado casi seguro. Teniendo en cuenta que el producto proviene de Schlesinger y sobre todo del Schlesinger de aquella época, podemos confiar en que el filme es interesante, profundo y de esos que al menos a mi, me deja un tanto afligida. Tal como me ocurrió con la maravillosa "Midnight Cowboy" (1969), comiéndome la cabeza pensando: "¿Qué he visto realmente?". Me llega al alma este director aunque soy consciente de que no toda su obra es buena y tiene algunas que hasta parece que ni las hubiese dirigido él... pero no sé, me atrapa.
El guión está firmado por Penelope Gilliatt, una novelista muy reconocida en Reino Unido y trata sobre un triángulo amoroso totalmente abierto, es decir, sin secretos y hasta los tres involucrados se conocen. No hay engaños ni engañados, sólo hay confort, deseo y conformismo (algo es mejor que nada). Estoy segura de que todos alguna vez fuimos como los protagonistas maduros de esta película: Alex (Glenda Jackson), y Daniel (Peter Finch). ¿Quién no tuvo a un Bob (Murray Head) en su vida?.
Como leí en uno de los comentarios y comparto totalmente, la historia no se centra en homosexualidad o bisexualidad, sino en sexualidad. Afortunadamente y a pesar de su año de estreno y de la situación que atravesaba Inglaterra a inicios de los '70, la cinta no se pierde en discriminación por homofobia o miedo a aceptar la inclinación. En absoluto. Los personajes son muy seguros con respecto a su sexualidad y viven su vida sin conflictos con respecto a eso; sus problemas son de carácter emocional. Por lo tanto, no es correcto abordar "Domingo, maldito domingo" esperando encontrar un producto LGBT que muestre el drama por ser homo porque no va de eso. Y mejor... justamente la naturalidad de la narración es lo que hace que la trama sea tan disfrutable.
Me encantan las interpretaciones y destaco a Murray Head porque él también está estupendo, y lo aclaro ya que no era un actor consagrado como Glenda Jackson y Peter Finch, quienes están soberbios, por cierto. Pero Murray desprende un encanto que te hace pensar que tú caerías rendida/o ante alguien como él. De cierta forma querríamos ser como este "Bob" en el que se encarna. Libres, fríos y la forma en la que el intérprete asume su papel como objeto de deseo de los demás se transmite en su andar, en su forma de expresarse. Me lo creo en todo momento. Por el otro lado, "Alex" y "Daniel" son conscientes de lo que obtienen y de lo que No obtienen por parte de Bob. El tema es la incapacidad de soltar.
Yo creo que es importante meditar sobre los vínculos sentimentales que no aportan nada. Es mejor dejar atrás que luchar con algo que no tiene remedio. Como esbozaba el maestro Mario Benedetti en su poema: "La culpa es de uno cuando no enamora y no de los pretextos, ni del tiempo..." Y aun así, se puede vivir con eso. No es un crimen ni un delito que no nos amen.
La verdad, tal vez yo esté viendo más de lo que hay pero es que realmente me cautivó "Sunday bloody Sunday" y no puedo dejar de recomendarla aunque sé que no va a ser del gusto de todos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cuando Alex confronta a Bob se culpa así misma por aceptar las condiciones de la relación. Condiciones impuestas por él. Hay una solicitud de atención por parte de ella, que es demoledor verlo.
Una secuencia que no me gustó porque me resulta demasiado incómoda de ver, además del atropello del pobrecito Rottweiler, es esa mañana en la que Bob y Alex están desayunando en la cama con los hijos del matrimonio amigo (hermanitos a los que están cuidando en ausencia de los padres), y los niños están fumando hierba. Sé que evidentemente no les dieron marihuana a los menores de edad para rodar la escena, pero no entiendo qué tan necesario era eso. Ya queda claro con anterioridad la forma de ser de estos intelectuales que deben ausentarse y dejan a sus pequeños a cargo de amigos. Esto me lleva al hecho de que esta pareja con hijos también es amiga de Daniel y por eso al final tenemos esa escena estupenda en la que Alex y el Doctor, platican sobre la partida de Bob a Estados Unidos, y lo bien que se llevan. Mantienen un trato cordial, algo embarazoso el encuentro por obvias razones pero que nos lleva a pensar: Sería mucho más sencillo si se enamoraran ellos y formaran pareja.
La expresión en los ojos de Alex cuando observa a Bob ducharse. Ella cree que él es su motivo de felicidad. Una tregua en su vida que no es de lo más sencilla precisamente. Bob es continuamente idealizado por los protagonistas y esto no quiere decir que el chico sea una mala persona o un psicópata, pero no es superior a ellos. Ni es irreemplazable.
Y por último y mi parte favorita de toda la cinta es el monólogo de Daniel casi mirándonos fijamente, mostrándonos su soledad como quien habla consigo mismo y se auto consuela, nos cuenta: "Decían que no me haría feliz, pero fui feliz. Y soy feliz, excepto por el hecho de que lo extrañaré. Toda mi vida he buscado a alguien valiente, con recursos. Él no lo era. Pero era algo. Fuimos algo..."
Una secuencia que no me gustó porque me resulta demasiado incómoda de ver, además del atropello del pobrecito Rottweiler, es esa mañana en la que Bob y Alex están desayunando en la cama con los hijos del matrimonio amigo (hermanitos a los que están cuidando en ausencia de los padres), y los niños están fumando hierba. Sé que evidentemente no les dieron marihuana a los menores de edad para rodar la escena, pero no entiendo qué tan necesario era eso. Ya queda claro con anterioridad la forma de ser de estos intelectuales que deben ausentarse y dejan a sus pequeños a cargo de amigos. Esto me lleva al hecho de que esta pareja con hijos también es amiga de Daniel y por eso al final tenemos esa escena estupenda en la que Alex y el Doctor, platican sobre la partida de Bob a Estados Unidos, y lo bien que se llevan. Mantienen un trato cordial, algo embarazoso el encuentro por obvias razones pero que nos lleva a pensar: Sería mucho más sencillo si se enamoraran ellos y formaran pareja.
La expresión en los ojos de Alex cuando observa a Bob ducharse. Ella cree que él es su motivo de felicidad. Una tregua en su vida que no es de lo más sencilla precisamente. Bob es continuamente idealizado por los protagonistas y esto no quiere decir que el chico sea una mala persona o un psicópata, pero no es superior a ellos. Ni es irreemplazable.
Y por último y mi parte favorita de toda la cinta es el monólogo de Daniel casi mirándonos fijamente, mostrándonos su soledad como quien habla consigo mismo y se auto consuela, nos cuenta: "Decían que no me haría feliz, pero fui feliz. Y soy feliz, excepto por el hecho de que lo extrañaré. Toda mi vida he buscado a alguien valiente, con recursos. Él no lo era. Pero era algo. Fuimos algo..."