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España España · Valladolid
Voto de Jack Carter:
7
Aventuras. Acción El agente británico 007 se deberá ver las caras con Auric Goldfinger, un malvado magnate que hace contrabando a escala internacional y que está fascinado por el oro. En el transcurso de la investigación, James oirá por primera vez hablar sobre la operación "Grand Slam", que parece ser un plan para desestabilizar toda la economía mundial. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera de las aventuras de la saga 007 y, para muchos, la mejor. Lo cierto es que las características apuntadas en “007 contra el Doctor No” y “Desde Rusia con amor” cristalizan en esta entrega para ofrecer un espectáculo trepidante en el que la acción nunca decae; se ofrecen todos los ingredientes que han convertido a James Bond en un personaje mítico: Connery dibujado en el “gunbarrel” disparando a cámara, el teaser inicial con secuencia de acción previa a los característicos títulos de crédito, la misión de suma importancia para mantener el orden internacional, uno de los malvados más malvados de la saga, Auric Goldfinger –acompañado por su esbirro Oddjob-, el Aston Martin con gadgets y, por supuesto, las chicas Bond.

Analizando los más jugosos de estos elementos:

-Goldfinger: millonario con auténtica obsesión por el oro. No es sanguinario, no se mancha las manos de sangre. Su objetivo esencial es tener la mayor cantidad posible del dorado metal.

-Oddjob: secuaz coreano de Goldfinger, su lanzamiento de sombrero suele resultar mortal. Él hace el trabajo sucio. Uno de los iconos de la saga.

-Jill Masterson: su cuerpo yacente pintado por entero de color dorado permanece en el imaginario colectivo.

-Pussy Galore: tras un nombre de pícaro significado se encuentra una mala espléndida que tendrá un desliz –qué extraño- con Bond.

-Operación Grand Slam: consiste en un ataque a Fort Knox con el objetivo de desencadenar el caos económico.

-Aston Martin DB5: siendo una maravilla por sí mismo, su atractivo aumenta con la lista de accesorios incorporados por Q: asiento del pasajero eyectable, ametralladoras salidas de los intermitentes, capacidad para generar una cortina de humo... Descubrimos que Bond ya usaba GPS hace cuarenta años.

Y, desde luego, está el magnífico Sean Connery, convertido ya en dueño absoluto del traje del más famoso agente al servicio de Su Majestad. Despliega fuerza y hace suyas la ironía y capacidad de seducción del personaje.

También es en esta película donde se puede ver la escena en la que 007 está a punto de ser cortado en dos por un rayo –homenajeada en Los Simpson-.

Hacer notar que el libro de Fleming es también muy entretenido, destacando la dolorosa huida de Bond del escondrijo de su enemigo.

Además de una buena peli, todo un icono de la cultura pop.
Jack Carter
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