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Voto de Moonface:
5
Thriller. Intriga Michael Harding (Penn Badgley) regresa a casa de la escuela militar para encontrar a su madre (Seal Ward) felizmente enamorada y viviendo con su nuevo novio, David (Dylan Walsh). A medida que los dos hombres van conociéndose el uno al otro, Michael sospecha más y más del hombre que siempre está allí para ayudar. ¿Es realmente el hombre perfecto para su madre o podría David estar escondiendo un lado oscuro? Remake de la película de ... [+]
27 de julio de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
...Y es que tras una segunda parte que aunque aceptable resultaba más, pero no mejor, de lo mismo, y una tercera entrega realmente aburrida y más que traída de los pelos -el asesino no era ni Terry O'Quinn como en las dos anteriores-, en este remake (sería por tanto la cuarta aparición del padrastro en pantalla) no se añade a la franquicia nada realmente relevante.
Se sustituye a la chica, que en el film de 1987 interpretara con asombrosa convicción Jill Schoelen, por un chico, que por las ganas que le pone, parece que como castigo, quién sabe si de un severo padrastro real, le ha caído participar en esta película. Se introduce en la trama la tecnología existente hoy en día (teléfonos móviles, internet, etc) de la que antaño no se disponía, siendo esto lo único novedoso de todo el conjunto. El resto ya se vio con mucho más acierto en las anteriores películas, concretamente en la primera "El padrastro".

Y llegado el momento de valorar al personaje principal en sí, Terry O'Quinn estaba a años luz de Dylan Walsh. Si el primero daba realmente escalofríos con tan sólo un arqueo de ceja, el actual padrastro es lo más inexpresivo que podemos encontrar. No asusta ni cuando se desquicia. Parece sacado de un spot americano de dentífrico o seguros de vida.
Si uno se para un momento a pensar que es lo que hizo atractiva a "El padrastro" (1987) al margen de contar una original (por aquel entonces) y bien trenzada historia de suspense, llegamos a la conclusión que fue la potente y creíble interpretación de Terry O'Quinn. Si lo sustituímos por otro actor la cosa baja considerablemente, como ya se comprobó en la tercera de la saga. Si además la capacidad de sorpresa, para los que conocímos en su día a la peli original, se reduce prácticamente a cero nos queda una correcta adaptación, tampoco es deplorable ojo, pero con una patente falta de alma. Algo muy a la orden del día.

Regresa por tanto la eterna pregunta cinematográfica que nos hacemos con frecuencia en los últimos años: ¿Era necesario un remake?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Moonface
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