No nos engañemos, al ver "Thor: El mundo oscuro" sabíamos lo que queríamos ver, y lo hemos visto. Y no decepciona.

Es una gran película de entretenimiento cumpliendo así su objetivo (y el nuestro). Es una montaña rusa auto conscientemente plana en contenido y profundidad, sin riesgos ni formales ni narrativos, pero también sin muchas fisuras ni agujeros alarmantes de guión, teniendo a su favor la simpatía y empatía de los protagonistas, y teniendo al mejor Loki hasta el momento, que compensa a un villano "correcto" pero que aporta poco, echándose en falta más secuencias de Loki y Thor juntos, que es lo mejor de la película junto a la estética muy a lo "steampunk" al mezclar lo futurista con lo antiguo y medieval, dándole un toque que incluso recuerda a la serie He-man y los Másters del Universo (lo que hace pensar a uno cómo quedaría una nueva versión en pantalla grande de esta gran serie ochentera).

En resumen, "Thor: El mundo oscuro" es espectáculo puro que va más allá del simple blockbuster, estando por encima de la media, precisamente al haber sabido coger la fórmula de "Los vengadores", a pesar de que el resultado es inferior a ésta, fórmula que sabe contentar al público ofreciéndole lo que busca sin tratarle como "tonto" y sabiendo lo que le va hacer vibrar, poniendo los detalles justos para volver loco al fan de Marvel y el toque de humor (y bueno) necesario para contentar a todos los demás, aunque eso sí armado todo en un guión simple pero necesario para focalizar toda su potencia en los "fuegos artificiales". Marvel Studios con sus películas (y las que están por venir) a conseguido todo esto, destacando de las demás películas de "entretenimiento", creando su estilo personal, y hay que reconocer que tiene su mérito.