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España España · Madrid
Voto de Pedro:
7
Drama Al enterarse de que su padre ha caído enfermo, Ángela (Maribel Verdú) y su hijo Guille van a verlo a la ciudad. Cuando llegan, Charo (Blanca Portillo), la amante de Leo, pone a Ángela al corriente de la situación ruinosa que atraviesa el negocio de su padre: un local en el que se alinean siete mesas de billar. Ángela decide entonces intentar sacarlo a flote. (FILMAFFINITY)
24 de diciembre de 2007
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Eddie Felson o el legendario Gordo de Minesota -magistralmente interpretados por Paul Newman y Jackie Gleason en 1961- cogiesen sus tacos para pasarse por el local regentado por Ángela y Charo, seguramente derrotarían al equipo "Siete mesas" en un abrir y cerrar de ojos; aunque unos fuesen expertos en billar americano en la época aún dorada de Hollywood y esto va más de billar francés a la española en un año de crisis cinematográfica.

Desde la distancia insalvable con una obra maestra como "El buscavidas" de Robert Rossen y dejando ésta aparte, lo que podemos afirmar es que estos personajes escritos por Gracia Querejeta y David Planell respiran, que ya es mucho decir. Y lo hacen como un grupo de personas que se buscan la vida entre lo duro y lo cómico de la realidad. Con cantidades alternas de buen humor, se sazona una historia dramática que se nos desvela paulatinamente; y aunque el conjunto una vez completado y visto de lejos no resulta sumamente original, sí mantiene un ritmo narrativo que engancha y hace que se disfrute la historia de principio a fin, quedándose uno fundamentalmente con el convincente trabajo actoral.

Merecido reconocimiento en forma de Concha de Plata para la interpretación de Blanca Portillo que no impide quitarse el sombrero ante una Maribel Verdú sobre quien posiblemente incluso me quedo corto si señalo que aquí supera el listón fijado tras su trabajo en "La buena estrella" de Ricardo Franco, y que bien merecería ya de una vez un premio de los académicos del cine español.

El fuerte de Gracia, desde que se iniciara en 1992 en la realización y escritura de guiones originales con su ópera prima "Una estación de paso" o desde su primera adaptación de una novela -"El último viaje de Robert Rylands" de Javier Marías-, ha sido el buen desarrollo de personajes. Tan bueno que logra protagonistas plenos que no se ven en pantalla a través de lo que los demás cuentan de ellos (como por ejemplo hace ahora en 2007 con Leo, el padre fallecido de Ángela). Sin embargo, le falta apenas un empujón en la historia narrada para entregarnos alguna película de las de entrar a formar parte del elenco de grandes del cine español. Con "Héctor" estuvo muy cerca de conseguirlo... Con "Siete mesas de billar francés" jugó a tres bandas (planificación de secuencias, dirección de actores, guión) y aunque el ángulo fue bueno para que la bola blanca tocase a la roja y la amarilla, completó la carambola rebotando sólo en dos bandas.
Pedro
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