Es complicado dar con una grandísima película de ciencia ficción, y repito, grandísima. Buenas si las hay en una cantidad considerable. Con Oblivion creo que nos quisieron vender el Blade Runner de turno y se quedó en una sombra de aquella. Hay que añadir que esta película en su nacimiento fue un auténtico fracaso en la taquilla, ya que muchos consideraban en esa época que todas las historias de ciencia ficción irían en la línea de La guerra de las galaxias. Sin embargo, hoy día es una peli de culto. ¿Ocurrirá lo mismo con Oblivion? El tiempo lo dirá.

A mi personalmente es el género que menos me atrae, no me interesa mucho aquello que no tiene que ver con la realidad que vivo, ni como escape para la distracción. Prefiero buscar otras cosas. Con lo cual es un mérito para mi, sentarme a ver esta película. Visualmente es fantástica, con un trabajo de recrear un mundo destrozado y sin habitantes de forma espectacular. Los efectos especiales, las naves, los robots, los trajes, todo es espléndido para la recreación de nuestras retinas. Pero lo que busco es que me llene el contenido, y este no lo ha hecho. El comienzo con la voz en off del narrador despertó un gran interés en mi, por eso continué con su visión, pero con los pasos de los minutos, en lugar de ir resolviendo preguntas, el guión se vuelve cada vez más complicado. Nada es lo que parece. Los buenos no son los buenos, los malos no son los malos. No hay ninguna misión, no hay intención de una nueva tierra. Ya me pierdo por completo y mi interés pega un bajón considerable. Ahora es cuando deseas que se acerque el final y te expliquen en que va a acabar todo esto.

Cumple como peli de evasión y entretenimiento, pero no busquen la obra maestra de la ciencia ficción.