Inmejorable serie de dibujos animados que demuestra cómo en el pasado primaba la cultura a la hora de educar a los niños, en vez de toda la basura con la que se adoctrina y envilece hoy en día a la infancia.

En aquellos lejanos años 70, era todo un ritual infantil, permanecer fiel al televisor para esperar aquella magnética sintonía que nos trasportaba a los niños al pasado, viviendo mil aventuras al tiempo que aprendíamos y nos enriquecíamos como personas. A día de hoy se pretende lo contrario, llevar a los niños al analfabetismo desde las televisiones públicas y privadas, con el objetivo de generar ciudadanos carentes de espíritu crítico, con lo cual serán manejables a la hora del voto y del control social.

Tres hurras por esta maravillosa serie, que siempre estará en la memoria de los que fuimos niños en los años setenta, los que no fuimos adoctrinados por series violentas y maniqueas, repletas de odio y violencia.

Tres hurras por aquella televisión española que pretendía educar con series amenas y culturales.

Tres hurras por un pasado cultural al que deberíamos volver.