La historia de un niño indio perdido a tierna edad en el inmenso subcontinente indio, adoptado felizmente por una familia australiana, y su posterior lucha por reencontrar a su familia de origen es el argumento central que se nos cuenta en esta película.

Nos encontramos ante un buen film, aunque quizás demasiado bienintencionado. Habría muchos temas por explorar de forma más intensa, como puede ser el desgarro que tiene el niño adoptado o el de los padres adoptantes. No es que no se traten estos temas, pero se hace de una forma quizás demasiado superficial; digamos que la narrativa del film no aporta un plus a una historia de por si ya muy dura.

Que quede claro que es un buen film. Conocemos una realidad de la que somos quizás demasiado ignorantes, pero el film podría haber sido algo más pues hay muchos temas subyacentes sin desarrollar. En todo caso, recomiendo mucho el visionado de sus dos apretadas horas, horas que estarán muy bien empleadas, tanto por los aspectos técnicos como por los actores que encarnan los personajes. Advertencia: No os podéis perder las imágenes finales que van al final de la proyección.