Un famoso director de musicales está pasando una mala época en sus relaciones personales y eso se refleja en un bache creativo que le hace incapaz de poder escribir una línea siquiera de un guión que le es pedido por todos lo que le rodean. La película transcurre poniendo en imágenes musicales a los pensamientos de los protagonistas, en especial, de su director.

Como se sabe estamos ante una adaptación del musical teatral “Nine” que a sus vez era una versión de la película “Otto e mezzo” de Fellini, de ahí su título “Nine”, como suma y sigue; lo mismo que ocho películas y media había dirigido Fellini cuando dirigió ésta, si es que la incluimos.

Respecto a “Chicago”, también de Rob Marshall, hay que decir que a “Nine” le falta algo de garra, que navega en ocasiones por un terreno excesivamente onírico, con demasiadas pausas narrativas, lo que equivaldría en novela a una larga descripción, que el cine difícilmente puede permitirse.

Que conste que no vengo a decir que estamos ante una mala película, ni mucho menos; así que si te gustan los musicales con buena canciones, pongo por ejemplo "Be italian", los films plagados de estrellas, los finales que te reconcilian con “la dolce vita”, este musical puede ser una buena opción a la hora de elegir un film de entre la abigarrada, pero un poco insulsa, cartelera actual. Para acabar, no puedo olvidarme de citar a esa actriz francesa de rostro angelical llamada Marion Cotillard, llegando a eclipsar a Penélope y a Nicole, ¡quién lo hubiera dicho!