Extraña y original mezcla de géneros de bajo presupuesto.
Kevin Corrigan interpreta a un tipo que trabaja en una heladería y que está algo traumatizado por sucesos del pasado mientras hace un cómic en el que se venga de aquellos que le hicieron daño. Al mismo tiempo, en el pueblo, se irán sucediendo una serie de asesinatos muy similares a los del cómic, que serán investigados por Barry Bostwick, un sheriff de pueblo que se entera de mucho más de lo que aparenta. Y también retomará la relación con su hija de 11 años a la que no conocía.

Aunque sea una película de pinceladas gore, estas no son demasiadas para los fans del género y su parte de comedia, se compone de detalles de humor negro principalmente, son las escenas con la hija, Ariel Gade, lo que tiene más fuerza en el film.
Una pequeña propuesta independiente, que no es redonda ni mucho menos, pero si resulta original y curiosa.