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Voto de Ozymandias_Iskander:
9
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5.968
Comedia. Aventuras
Ricky es un rebelde chico de ciudad de doce años al que no encuentran hogar de acogida para él, salvo una granja en medio de la nada con una pareja; ella encantadora, él, arisco y solitario. Cuando comienza a sentirse a gusto, un problema imprevisto dará pie a una caza humana por el campo neozelandés. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2018
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Taika Waititi tiene la habilidad de hacer comedias que, a simple vista, son comedias, pero que, en el fondo, tienen una segunda lectura que te deja hecho polvo y Hunt for the Wilderpeople puede ser el ejemplo perfecto para esta definición.
La cinta del director de Lo que hacemos en las sombras y Thor: Ragnarok nos cuenta la aventura de Ricky Baker, un huérfano que, tras ser devuelto por varias familias de acogida, acaba en los montes de Nueva Zelanda con un matrimonio de granjeros muy particulares, Bella y Hector. Por vicisitudes del destino, Rick y Hector acabarán siendo perseguidos por los servicios sociales, la policía y el ejército en una loca huida para lograr ser ellos mismos.
Entre el film de aventuras, el drama indie y la comedia (muy especial, eso sí), Hunt for the Wilderpeople es una película sorprendente que deja con sensación de buen rollo a través de escenas geniales como ese baile en el bosque, los haikus de Ricky y los diálogos de Hec y Ricky. Parte de ello se consigue gracias a un Taika Waititi cada vez más hábil en la dirección y con un guion que explota todo lo que tiene (y más) para entregarnos una comedia de colegas, una película familiar, un film sobre supervivencia y un dramón enmascarado, que se distancia de los cánones habituales para ofrecernos una versión muy propia. Nadie más sabe hacer películas como Taika Waititi y esa es la frase perfecta para hablar de lo que es un estilo (olvidad ese adjetivo tan manido de "visionario").
Por otra parte, el reparto es estupendo. Sam Neill se acaba ganando al público como Hec y Rachel House como Bella, una madre bastante única, pero, sin duda, el actor que más sorprende es ese genial Julian Dennison, un crío al que le acabamos cogiendo cariño a lo largo del metraje, que, por suerte, nunca se hace largo y siempre ofrece alguna carcajada o alguna reflexión que sobrevive de la novela de Barry Crump en la que se basa. No es muy fácil cambiar los tonos, pero todos los personajes están fantásticamente encarnados y dan todo de sí en cada momento.
Muy destacable también la banda sonora de Lukasz Pawel Buda, Samuel Scott y Conrad Wedde, con un aire ochentero que no le sienta nada mal a la película y crea una atmósfera propia en esa Nueva Zelanda mítica, un personaje más de Hunt for the Wilderpeople, que ofrece momentos en los que la naturaleza es majestuosa (o algo más que eso) e instantes en los que es un segundo hogar.
La cinta del director de Lo que hacemos en las sombras y Thor: Ragnarok nos cuenta la aventura de Ricky Baker, un huérfano que, tras ser devuelto por varias familias de acogida, acaba en los montes de Nueva Zelanda con un matrimonio de granjeros muy particulares, Bella y Hector. Por vicisitudes del destino, Rick y Hector acabarán siendo perseguidos por los servicios sociales, la policía y el ejército en una loca huida para lograr ser ellos mismos.
Entre el film de aventuras, el drama indie y la comedia (muy especial, eso sí), Hunt for the Wilderpeople es una película sorprendente que deja con sensación de buen rollo a través de escenas geniales como ese baile en el bosque, los haikus de Ricky y los diálogos de Hec y Ricky. Parte de ello se consigue gracias a un Taika Waititi cada vez más hábil en la dirección y con un guion que explota todo lo que tiene (y más) para entregarnos una comedia de colegas, una película familiar, un film sobre supervivencia y un dramón enmascarado, que se distancia de los cánones habituales para ofrecernos una versión muy propia. Nadie más sabe hacer películas como Taika Waititi y esa es la frase perfecta para hablar de lo que es un estilo (olvidad ese adjetivo tan manido de "visionario").
Por otra parte, el reparto es estupendo. Sam Neill se acaba ganando al público como Hec y Rachel House como Bella, una madre bastante única, pero, sin duda, el actor que más sorprende es ese genial Julian Dennison, un crío al que le acabamos cogiendo cariño a lo largo del metraje, que, por suerte, nunca se hace largo y siempre ofrece alguna carcajada o alguna reflexión que sobrevive de la novela de Barry Crump en la que se basa. No es muy fácil cambiar los tonos, pero todos los personajes están fantásticamente encarnados y dan todo de sí en cada momento.
Muy destacable también la banda sonora de Lukasz Pawel Buda, Samuel Scott y Conrad Wedde, con un aire ochentero que no le sienta nada mal a la película y crea una atmósfera propia en esa Nueva Zelanda mítica, un personaje más de Hunt for the Wilderpeople, que ofrece momentos en los que la naturaleza es majestuosa (o algo más que eso) e instantes en los que es un segundo hogar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En definitiva, Hunt for the Wilderpeople es una comedia (¿o un drama divertido?) que sorprende y que demuestra que Taika Waititi es un director a seguir, igual que al pobre Hec, igual que al genial Ricky.
Publicada originalmente en: https://goo.gl/bJSHL4
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