Es sorprendente la mala reputación que posee esta exquisita película. Es un filme que, por mucho que lo visualice, nunca me canso de ver. El argumento puede parecer insustancial pero interiormente posee una enorme carga filosófica. La interpretación de María Bello y sobretodo la de la diosa Piper Perabo no merecen otro calificativo que no sea "maravilloso". Cabe destacar también la increíble banda sonora. En resumen, un filme bonito, brillante, exquisito, maravilloso y agradable. Una auténtica delicia para los oídos y la vista que sin duda pasará a la historia del cine y a la historia de la humanidad.
Destacar, además de las interpretaciones de María y Piper, las de Bridget Moynahan e Izabella Miko.