El grado de idiotez en el que se hunden las nuevas generaciones tiene un nuevo hito con "Como entrenar a tu dragón", trabajo no solamente vergonzosamente malo, sino dañino por lo que nos está contando. ¿Por qué no ponen a animales reales para demostrar sus estúpidas teorías? Será para que no nos riamos. Por ejemplo, con tigres ¿qué tal? O mejor, con víboras venenosas, por eso de que son reptiles, cuya picadura sea mortal. Y que al primer acercamiento del imbécil de turno, este Hipo mismo me vale, lo hubiera matado. Esta es la basura de "valores" que estamos transmitiendo a nuestros hijos. Que si hay algo prohibido, peligroso, arriesgado o desconocido, tranquilos, con confianza que en realidad es todo lo contrario, porque, yo mocoso marginal, soy el más listo del mundo, por supuesto, que los mayores o padres que viven con miedo y son en realidad, idiotas además de carcas. ¿Y alguien se extraña de que luego hagan barbaridades como el balconing?

Yo lo único bueno que veo es la banda sonora de John Powell. Lo demás, un refrito mil veces visto, en la que de nuevo, un inútil puede conseguir cualquier cosa que se proponga, pero siempre por la cara. Y hablando de caras, qué animación más fea, detallista sí, pero fea porque vaya caretos tienen todos, incluidos los amigos estos tan cafres, que en el fondo, son buena gente, es decir, modelos a seguir. Horrorosos, casi al nivel de Hipo, pringado y cargante, y Astrid tan machote, agria y repulsiva como el resto de heroínas femeninas de ahora. Por cierto, encima "matriarca del pueblo", por feminismo que no falte. La trama, tan ridícula como se podría esperar, con el lema "todo el mundo es bueno" excepto por una "fascista" o reina del nido, con cuya desaparición asistiríamos a la felicidad. Pero no, lo que vemos es esclavitud. Humillante sino el de los dragones. Yo parafraseando a la preciosa "Liberad a Willy" (1993), pido: liberad a Desdentando y a los demás dragones.