Thriller policial de aspecto clásico que tiene el acierto de jugar con el tema racial, cosa que estaba a la orden del día a finales de los 60 en los Estados Unidos. Ciertamente Norman Jewison crea atmósfera, casi percibimos ese calor que atenaza a los habitantes de Sparta, y la intriga que se plantea con un asesinato capta tu interés. "En el calor de la noche" cuenta con el aliciente de Sidney Poitier, interpretando a Virgil Tibbs, y de Rod Steiger como Billl Gillespie, jefe de policía local. Por cierto, no sería la primera película con un protagonista de color, pero quizás sí la más famosa. Sus actuaciones, sus encontronazos, la evolución de sus personajes son de vital importancia para sacar adelante la investigación tanto como calibrar el racismo latente o explícito en esta localidad sureña.

Claro que en ocasiones esta película parece demasiado lenta y si en 1967 el planteamiento racial pudiera ser atrevido, hoy día se nos antoja algo blando. Peor aún es la manera algo confusa e incoherente de llevar la investigación, un poco a saltos, sin seguir una línea clara. Tampoco ayuda para nada que estos policías sean unos completos inútiles. Son unos tontos, no tienen ni idea de como llevar una investigación. Para su suerte, el culpable se acaba delatando en un final forzado en el confluyen a la fuerza tramas que no deberían hacerlo. Aunque el principal defecto es que 21 años más tarde se rodó "Arde Mississipi". Ubicadas en el mismo Estado y casi en la misma fecha, toca los mismos temas pero con tal calidad, profundidad y belleza que "En el calor de la noche" se queda pequeña.