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Comedia
En Madrid, varios jóvenes muy aficionados a la música están a punto de ir a la universidad. Son los chicos y chicas del Preu (María José Goyanes, Emilio Gutiérrez Caba, Cristina Galbó, Óscar Monzón, Karina, Pedro Díez del Corral, Marta Baizán, Camilo Sesto y Gonzalo González), un grupo de jóvenes que emprenden un nuevo curso escolar, el preuniversitario, que les dará acceso a la Universidad y, en cierto modo, también a la vida adulta. ... [+]
29 de junio de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama, entre la comedia y el romance, o al revés, comedia entre el drama y el romance o romance, entre la comedia y el drama, que tiene la particularidad de retratar la adolescencia española a finales de los años 60. Se trata de los chicos y chicas del PREU, es decir el curso preuniversitario, el equivalente al COU o al actual segundo de bachillerato. Es decir, jóvenes de 17 años aunque si repasamos el casting muy pocos de la panda tenían en la realidad la edad que se les supone en la ficción: Pedro Díez del Corral, el hijo del catedrático, y Cristina Galbó, que se movían entre los 16 y 17 años, depende cuándo se rodó exactamente la película.
En cualquier caso es una obra que aunque podría ser más incisiva de lo que es, da algunas puntadas con hilo respecto al conflicto generacional, con unos padres e hijos que no se entienden, los primeros quieren que estudien y los otros pasárselo bien, pero en el fondo se quieren. Y es que "Los chicos del PREU", no nos vamos a engañar, no deja de ser una película agradable que aunque plantea algunos problemillas, nunca son graves y rápidamente se resuelven para continuar con la fiesta. Se le puede acusar de ser excesivamente edulcorada pero no hay demasiadas diferencias respecto a coetáneas como "Rebelión en las aulas" (1967).
Un punto fuerte de "Los chicos del Preu" es el reparto, que incluye a veteranos como Alberto Closas, Rafaela Aparicio o José Luis López Vázquez; estrellas musicales en ciernes como Karina y Camilo Sesto; y jóvenes promesas como Cristina Galbó y Emilio Gutiérrez Caba, ella siempre muy guapa y muy dulce, y él demostrando por qué debería ser considerado el James Dean español. Sea como fuere, entre tanta gente joven se intuyen los amoríos, muy decentes hasta el punto de que a una chica de 17 años le den un beso es un escándalo, pero a ver cómo acaba la cosa, porque hay de por medio más de algún obstáculo (SPOILER).
En cualquier caso es una obra que aunque podría ser más incisiva de lo que es, da algunas puntadas con hilo respecto al conflicto generacional, con unos padres e hijos que no se entienden, los primeros quieren que estudien y los otros pasárselo bien, pero en el fondo se quieren. Y es que "Los chicos del PREU", no nos vamos a engañar, no deja de ser una película agradable que aunque plantea algunos problemillas, nunca son graves y rápidamente se resuelven para continuar con la fiesta. Se le puede acusar de ser excesivamente edulcorada pero no hay demasiadas diferencias respecto a coetáneas como "Rebelión en las aulas" (1967).
Un punto fuerte de "Los chicos del Preu" es el reparto, que incluye a veteranos como Alberto Closas, Rafaela Aparicio o José Luis López Vázquez; estrellas musicales en ciernes como Karina y Camilo Sesto; y jóvenes promesas como Cristina Galbó y Emilio Gutiérrez Caba, ella siempre muy guapa y muy dulce, y él demostrando por qué debería ser considerado el James Dean español. Sea como fuere, entre tanta gente joven se intuyen los amoríos, muy decentes hasta el punto de que a una chica de 17 años le den un beso es un escándalo, pero a ver cómo acaba la cosa, porque hay de por medio más de algún obstáculo (SPOILER).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Estaba claro que la pareja era la de Andrés (Emilio Gutiérrez Caba), el de Tomelloso, y Loli (Cristina Galbó), a pesar de que tienen sus altos y bajos. El momento de mayor riesgo es cuando Loli sufre un accidente de laboratorio que amenaza con dejarla desfigurada. Pero estaba seguro de que iba a quedar perfecta, como así es, la censura no hubiera permitido que se hubiera malogrado su belleza. Por cierto, que hay un momento en el que ella dice, cuando está vendada en el hospital, "antes era guapa". El comentario parece irrelevante pero es muy, muy difícil verlo hoy en día porque se supone que la mujer moderna no es consciente de su belleza, la tenga o no la tenga, de ahí la profunda inseguridad que demuestra. En cambio, la mujer prefeminista es muy consciente de ella y la incorpora a su autovaloración y a su estatus personal, proporcionándole seguridad, autoestima y poder. Lo contrario de la mujer moderna feminista.