Este tipo de subgénero a caballo entre la acción y el drama, de un adulto y un menor suele ser resultón. Se me viene a la cabeza, "Un mundo perfecto" (1993), "Al rojo vivo" (1998), "Camino a la perdición" (2002) o "El fuego de la Venganza" (2004) pero seguro que hay un montón más, sin ir más las lejos, "Transporter 2" (2005). De las que digo al principio, todas son bastante mejores que "Safe" salvo la de Sam Mendes aunque a la que se parece más es a la de 1998. Sin embargo lo que nos ofrece Boaz Yakin es un simple entretenimiento, una mera excusa para que nuestro héroe Luke Wright (Jason Statham) suelte golpes y disparos a diestro y siniestro. Mucha acción, que pese a su exageración, resulta entretenida y vistosa.

La historia, con flecos y no muy bien contada, es lo de menos. Puede parecer obvia pero llega un momento en el que con tanto malo (la mafia china, la rusa, la policía corrupta...), cajas fuertes y códigos te haces un lio. Incluso diría que la propia niña Mei (Catherine Chan) tampoco sirve para mucho. ¿No pueden llevar el número cifrado en un papel? Eso sí, los nuevos héroes de acción, pongamos a este Jason Statham, a Vin Diesel, Dwayne "The Rock" Johnson o Jet Li, están lejos del nivel interpretativo de los Mel Gibson, Bruce Willis o Sylvester Stallone del pasado. La prueba es que todos ellos han tocado otros registros desde el drama, la comedia o lo romántico con soltura lo que podemos decir de los primeros. Y eso se nota hasta en la acción.