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Voto de Reaccionario:
4
Drama Se inspira en la novela "La escafandra y la mariposa" escrita por Jean Dominique Bauby a causa de un accidente (1995) que lo introdujo en el mundo del "Locked in Syndrom" (encerrado en sí mismo). Totalmente paralizado, sin poder comer, hablar, ni respirar sin asistencia, el antiguo redactor jefe de la revista "Elle" dicta letra por letra, moviendo sólo el párpado izquierdo, una especie de viaje inmóvil. (FILMAFFINITY)
2 de diciembre de 2018
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aclamada película francesa, si bien no llegó a llevarse ninguno de los cuatro Oscars a los que aspiraba aunque sí otros premios (en Cannes, dos Globos de Oro, un BAFTA, dos Césares...), inspirada en la novela autobiográfica de Jean Dominique Bauby (Mathieu Amalric), publicada en 1997, "La escafandra y la mariposa". O sea, que lo que vemos aquí son hechos reales y en verdad Bauby dictó su libro mediante movimientos de ojo. Aunque los críticos aseguran que el relato se ha falseado en un aspecto secundario pero no por ello menos importante, realzando a la mujer de Bauby, Celine (Emmanuelle Seigner), como propietaria de los derechos de autor de la novela, y dejando de lado a la amante ausente, cuando parece ser que fue al revés. El caso es que como drama humano "La escafandra y la mariposa" es impactante y el esfuerzo que realiza el protagonista para intentar salir adelante es admirable pero pienso que no es suficiente desde el punto de vista cinematográfico. El tema de la enfermedad o una discapacidad grave es complicado de abordar pero ahí está "Mi pie izquierdo" (1989) o la sublime "El aceite de la vida" (1992).

Según estadísticas oficiales, en Francia fallecieron en el 2007, año de esta película, más de medio millón de personas, 531.273. Y aunque cada caso es un drama personal y familiar, se requiere algo más para convertir la muerte, como cualquier otra desgracia, en una obra de arte en vez de en información para una esquela funeraria. Julian Schnabel se limita a exponer el dolor de este hombre, todo desde un punto de vista demasiado personal, hay un abuso de planos subjetivos, pero no va más allá de esto, de tal forma que nunca consigue emocionar, ni conmover, ni hacerte reflexionar sino más bien aburrirte. Diría que es una película femenina, ya que la capacidad empática de ellas es sustancialmente mayor que la masculina. Observad que las que más sienten la enfermedad de Bauby son mujeres emocionadas, Celine, la logopeda o la enfermera católica, mientras que los varones se mantienen distantes, indiferentes o sarcásticos, los médicos, el que le opera el ojo, el que le apaga la tele o los empleados que le ponen el teléfono. Me temo que como espectador hombre, me identifico más con los segundos que con ellas.
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