Media votos
4,3
Votos
4.420
Críticas
4.418
Listas
113
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Reaccionario:
3
5,8
66.423
Comedia. Romance
Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos jóvenes norteamericanas que van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensible, racional y tiene intención de casarse; Cristina es apasionada y busca aventuras emocionantes; en realidad, no sabe muy bien lo que quiere, pero sabe perfectamente lo que no quiere. En Barcelona, ambas se ven envueltas en una relación poco convencional con Juan Antonio (Javier ... [+]
4 de abril de 2024
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues hacía tiempo que no veía ninguna película de Woody Allen y aunque son muchas ya las que he tenido el gusto, su filmografía es tan dilatada que siempre nos quedan unas cuentas en el tintero. En este caso "Vicky Cristina Barcelona", que en su momento fue tomada como a broma, como si fuese tan sólo un folleto turístico de un Woody Allen de vacaciones para homenajear a la ciudad condal, aunque en el fondo sale poco de ella, si bien lo más importante argumentalmente ocurre en Oviedo. Algo tiene que haber de esto porque se acabó llevando el premio de Sant Jordi de Barcelona a la mejor película. Pero no, hay algo más, la eterna reflexión sobre las relaciones afectivas que tanto absorbe al director neoyorquino, servido con un elenco internacional lleno de caras famosas, en el que extrañamente Penélope Cruz se llevó el Oscar a la mejor actriz secundaria por un papel breve y no muy lucido. Y siguiendo con los prolegómenos, la canción, el tema principal, es una de las más petardas que he escuchado nunca, una que dice algo así como "Barcelona".
Bien, sí, me gusta Woody Allen pero la película no funciona. Al contrario de lo que afirma Javier Ocaña en "El País", no es ni fresca, ni sexy, ni divertida, sino todo lo contrario, un conjunto de clichés bastante acartonado y predecible, desde luego la imagen de Barcelona o España es poca realista pero no es lo peor en este trabajo, ausencia total de sensualidad y de humor, no me reído ni una vez, algo raro en Allen. Pero hay más, el largometraje peca de frívolo e incluso de inmoral en todo lo relativo al amor y al sexo, Vicky (Rebecca Hall) varía demasiado sin ningún motivo serio (SPOILER) y la filosofía que trata de vendernos es altamente nociva. En concreto los personajes femeninos en bloque son tan estúpidos, tan incapaces de entender las reglas del cortejo y del romance, e incluso de saber qué quieren realmente, que a modo de crítica sobre la forma femenil de pensar, sentir y actuar, la película, con algunos pequeños retoques, sería magnífica. Pero no, lo que vemos como claros errores, fantasías femeninas y cuentos para llevarse al catre a alguna ilusa es lo que está bien.
Bien, sí, me gusta Woody Allen pero la película no funciona. Al contrario de lo que afirma Javier Ocaña en "El País", no es ni fresca, ni sexy, ni divertida, sino todo lo contrario, un conjunto de clichés bastante acartonado y predecible, desde luego la imagen de Barcelona o España es poca realista pero no es lo peor en este trabajo, ausencia total de sensualidad y de humor, no me reído ni una vez, algo raro en Allen. Pero hay más, el largometraje peca de frívolo e incluso de inmoral en todo lo relativo al amor y al sexo, Vicky (Rebecca Hall) varía demasiado sin ningún motivo serio (SPOILER) y la filosofía que trata de vendernos es altamente nociva. En concreto los personajes femeninos en bloque son tan estúpidos, tan incapaces de entender las reglas del cortejo y del romance, e incluso de saber qué quieren realmente, que a modo de crítica sobre la forma femenil de pensar, sentir y actuar, la película, con algunos pequeños retoques, sería magnífica. Pero no, lo que vemos como claros errores, fantasías femeninas y cuentos para llevarse al catre a alguna ilusa es lo que está bien.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Vicky pasa de una abierta hostilidad, completamente a la defensiva ante los intentos de un hombre que trata de seducirla, a rendirse en sus brazos en menos de un fin de semana. Así, no me lo creo. A continuación se enamora perdidamente de él.
El problema de raíz de "Vicky Cristina Barcelona" es de filosofía, de concepción de lo que es el amor. Todos, pero sobre todo ellas parecen debatirse entre la pasión, la intimidad y el compromiso (los rasgos del amor que señaló en su momento Sternberg) porque creen que son tres aspectos que se dan separado, que en realidad, uno daño al otro. La vieja afirmación de que el matrimonio es la tumba del amor o como dicen en la película el amor perfecto es el no consumado. Y aunque es verdad que son tres elementos que pueden darse por separado, por supuesto, en el amor pleno o completo, sigo con Sternberg, el amor total, el de verdad, el amor simplemente, no la atracción, el cariño u otra cosa, incluye los tres rasgos. Básicamente, que tu pareja te atraiga y te excite (pasión), que quieras estar con ella para siempre (compromiso) y que te lleves bien, que haya complicidad, compartir y conocerla a fondo (intimidad).
Entonces, si ellas fuesen conscientes de esta verdad, Vicky no se casaría con su prometido porque falta pasión y nadie se entregaría al pintor Juan Antonio (Javier Bardem) porque en este caso falta compromiso. El problema de ellas es que básicamente es que creen encontrar amor donde no lo hay, en el pintor, y sin embargo lo rechazan en dónde sí lo hay, en el prometido de Vicky. Su postura es muy caótica y no hablo de la pirada de María Elena (Penélope Cruz), que es un desastre, ya sabemos que a Woody Allen le chiflan las mujeres kamikaze, y sin embargo, aunque tampoco es un final feliz, el director no nos dice que se están equivocando. Y esto está mal.
El problema de raíz de "Vicky Cristina Barcelona" es de filosofía, de concepción de lo que es el amor. Todos, pero sobre todo ellas parecen debatirse entre la pasión, la intimidad y el compromiso (los rasgos del amor que señaló en su momento Sternberg) porque creen que son tres aspectos que se dan separado, que en realidad, uno daño al otro. La vieja afirmación de que el matrimonio es la tumba del amor o como dicen en la película el amor perfecto es el no consumado. Y aunque es verdad que son tres elementos que pueden darse por separado, por supuesto, en el amor pleno o completo, sigo con Sternberg, el amor total, el de verdad, el amor simplemente, no la atracción, el cariño u otra cosa, incluye los tres rasgos. Básicamente, que tu pareja te atraiga y te excite (pasión), que quieras estar con ella para siempre (compromiso) y que te lleves bien, que haya complicidad, compartir y conocerla a fondo (intimidad).
Entonces, si ellas fuesen conscientes de esta verdad, Vicky no se casaría con su prometido porque falta pasión y nadie se entregaría al pintor Juan Antonio (Javier Bardem) porque en este caso falta compromiso. El problema de ellas es que básicamente es que creen encontrar amor donde no lo hay, en el pintor, y sin embargo lo rechazan en dónde sí lo hay, en el prometido de Vicky. Su postura es muy caótica y no hablo de la pirada de María Elena (Penélope Cruz), que es un desastre, ya sabemos que a Woody Allen le chiflan las mujeres kamikaze, y sin embargo, aunque tampoco es un final feliz, el director no nos dice que se están equivocando. Y esto está mal.