Mi mayor preocupación es ver hasta donde llega la atracción mutua entre este simio gigante, por cierto, muy bien realizado, lo que le valió una nominación a los Oscars por los mejores efectos visuales, y la bella naturista Jill Young (Charlize Theron). No digáis que no, que por lo menos el mono la quiere, porque anda que no se pone celoso cuando aparece la competencia masculina encarnada por el profesor Gregory O'Hara (Bill Paxton). El caso es que la historia del gorila y la chica viene a ser un calco de King Kong, qué originales, con un añadido de "¡Liberad a Willy!" (1993). Sin embargo, en realidad es una versión de una homónima del 1949 que en efecto, es como un remake infantil del clásico de 1933.

Producto típico de Disney para todos los públicos de verdad, es decir, desde los 0 años, a los más adultos seguro que nos resulta una gran chorrada pero admito que a los niños pequeños les pueda gustar. Aunque parece ser que no mucho pues la película se dio un batacazo en taquilla recaudando en su país sólo un poco más de la mitad de lo invertido. Pese a sus buenas intenciones, que las tiene, hay algo ridículo en la relación de esta joven con su amigo Joe. Como decirlo para que nadie se ofenda, especialmente ella: pues que parece tonta. A estas alturas no hace falta que diga que el principal aliciente de la obra es la presencia de la muy hermosa Charlize Theron pese a llevar el pelo corto.