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Voto de Reaccionario:
8
Drama. Intriga Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué gusta tanto "Rebeca"? Creo que la atracción que despierta este gran clásico no está en la acertada trama que la sustenta, ni en el muy buen guión, ni en la intriga que la envuelve desde el primer momento, ni en el ambiente onírico y muy gótico que Alfred Hitchcock logra recrear. Igualmente, tampoco en la excelente fotografía, ni en el bello empleo del blanco y negro o en el juego de luces; ni tampoco en los matices expresionistas que salpican la cinta. Ni por último en una cantidad de matices que son pura genialidad como que la protagonista no tenga nombre, la fabulosa mansión de Manderley o que nunca se vea la imagen de Rebeca pero cuyo fantasma está presente en toda la obra.

Todas estas cosas que he señalado ayudan convirtiendo a "Rebeca" en posiblemente el mejor trabajo del popular director británico. Pero creo que la clave de que guste tanto, de que nunca te canses pese a que conoces ya el enigma y el desenlace final (quizás un tanto precipitado y, por consiguiente, la parte más floja) está en la extraordinaria pareja que forman Laurence Olivier y Joan Fontaine. Sencillamente representan la quintaesencia del hombre y de la mujer.

Qué decir del personaje de Maxim De Winter, todo un caballero, todo fuerza, temperamento, empuje, decisión y, en fin, personalidad. Encima, atractivo, aristócrata y adinerado. Comprendo que la protagonista caiga rendida ante un personaje tan galante. Se ha comentado que De Winter puede ser un tanto machista, e incluso maltratador. Aunque en algún momento le grita (si bien por un motivo que le disculpa) creo que Max es atento, cuidadoso, condescendiente, protector y que la trata como una niña, pero en ningún momento percibo que la humille o que anule su personalidad que es lo importante. Es más creo que hasta la mima. Lo malo es que el feminismo actual vea como negativo un comportamiento de ese tipo, tan estupendo, irreprochable, y en el fondo, masculino.

Pero si me gusta De Winter, más aun, por razones obvias, lo hace Joan Fontaine (bueno su personaje sin nombre). Y no sólo me refiere a su belleza, porque está realmente guapa la Fontaine, sino por su personalidad puramente femenina con una serie de virtudes que hoy en día vemos como defectos, desgraciadamente. En un momento de la cinta ella se reprocha no tener belleza, ingenio o inteligencia y el administrador le responde que más importante es lo que tiene ella: dulzura, sinceridad, modestia e inocencia. Con ese cuarteto de virtudes, (y belleza, pues es evidente que la tiene) ¿qué hombre puede resistirse?

Por si fuera poco y para redondear la historia la entrega de Joan Fontaine (y también de Maxim) es tan incondicional, tan intensa y apasionada que, "Rebeca" no es sólo un thriller de misterio, de terror psicológico, sino también el retrato de una historia romántica de las más atrayentes que recuerdo. Por eso precisamente, por el retrato tan ideal de lo que debe ser un hombre y una mujer, la película consigue llegar hasta los más hondo.
Reaccionario
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