Una historia con bastantes posibilidades dramáticas que no acaba de ser aprovechada por Frank Marshall. Enfocada a un público más juvenil y con unos buenos efectos especiales, en líneas generales es una película correcta, si dejamos al margen las licencias que se tomaron respecto a unos hechos verídicos bastante más impactantes. Aquí no se trata de reflejar la dureza de una situación extrema, las tensiones que se pueden crear en el grupo, la desesperación de los supervivientes, sus miserias o las reflexiones que pueden surgir dada su triste situación. De todo esto hay pinceladas pero me temo que el director se decanta más por la aventura, las respuestas fáciles y cierto espíritu fraternal que sobre lo anterior. Al final la prueba de amistad o superación está presente pero siempre con el freno de mano echado.

Aún así, "Viven" resulta atractiva. Cierto que se idealiza pero la piña que forma este grupo de jóvenes impacta como también la determinación, el deseo de vivir y la fe que muestran prácticamente en todo momento. Después de todo, la historia narrada no pretende ser banal sino la muestra de una especie de milagro. En este sentido, la presencia de Dios es abundante pero ambigua ya que no me queda muy claro porqué el Señor querría que X se salvara pero Y no. Por lo demás, la contribución femenina es testimonial y no muy brillante, cosa que es lo más normal. Y es que en las situaciones de riesgo nosotros nos venimos arriba y las mujeres, todo lo contrario. Puede que no guste pero es así. Por último, muy guapa Ele Keats (Susana Parrado aquí) y atención a Roberto Canessa (Josh Hamilton), que es igualito a Messi.