No hace falta, una película se salva o se condena por sí misma, no por el soporte argumental que tenga tras de sí. Por otro lado, es evidente que un mismo argumento puede dar lugar a mil interpretaciones diferentes, no sólo en cine, también en literatura.
No es difícil pensar que otros tantos escritores darían versiones completamente distintas en cada caso de la que da Patrick Suskind, quizás la fama de su novela se deba en parte a la rareza del argumento, que es muy poco corriente, porque el olfato es nuestro sentido más atrofiado.
Bueno, pues sin saber nada de la novela, que puede ser buenísima, o no tan buena, depende de gustos... a las películas les pasa exactamente igual. Nos pueden parecer buenas, malas y regulares. Yo le doy este último calificativo porque hay cosas que no me convencen, en mi caso básicamente para dar una buena nota a algo, sea novela, película o lo que sea, en principio me tiene que "enganchar" desde el principio y no soltar.
Y la verdad es que esta historia, tal como está contada en la película, desengancha más de una vez, y más de dos, y más de tres. La confusión de géneros puede ser un motivo, uno entra en la fantasía si ya es fantasía desde el principio, pero no si comienza con un realismo crudo, y termina metafísicamente. Sobre todo si no se sabe pasar de un registro a otro sin que se note. Eso es bastante difícil y este director no lo consigue en ningún momento.
Por otro lado, en la novela no sé, pero en la película, las motivaciones del protagonista quedan muy confusas, tanto que al final no entiendes nada.