Antecedentes:
Steven Soderbergh, como director de cine, consiguió fama mundial gracias a esta cinta. Todo quisque viviente conoce la película Ocean's Eleven o al menos debería haber oído hablar de ella. Tubo un éxito tal en taquilla que sucumbió, a reiterarse por dos veces en el tema, con una segunda obra (Ocean's Twelve) y otra tercera parte (Ocean's Thirteen). De sobra es conocido por todas y todos que se cuenta la historia del mayor atraco producido en un casino en la historia de EEUU. Por quienes y como, para refrescar la memoria, lo replico:

Once delincuentes de sobra famosos en su mundillo se juntan para cometer un atraco. Once maestros del robo. Once ladrones de guante blanco. Once hombres de sofisticada elegancia y exquisito gusto se unen para dar el mayor y más grande golpe de los robos conocido, y para ello se valen de todos los medios a su alcance, sin escatimar en gasto ni en esfuerzo. Cada uno es el mejor en su oficio con una habilidad y un talento únicos en el arte de delinquir. Un exquisito ejercicio de sincronización es llevado a cabo por estos once individuos, para acometer un trabajo perfecto en un atraco impecable, juntos conforman una de las mejores bandas de atracadores filmadas en pantalla. Que decir que; por supuesto lo consiguen, como no podría ser de otro modo, once finos y elegantes personajes convierten la historia de un robo en un taquillazo mundial titulado Ocean's Eleven, por eso luego Ocean's Twelve, y después Ocean's Thirteen. El elenco de actores que participa en Ocean's es estratosférico, la mayoría son grandes estrellas de Hollywood.

Precedentes:
Steven Soderbergh, como gran maestro e indiscutible genio en la dirección, se permite hacer lo que le dé gana. ¿Qué hay que acometer un hurto? Se pone al mando. ¿Qué hay que prescindir de las grandes estrellas de Hollywood? Le da igual. ¿Que no pueden ser once integrantes y hay que conformarse con la mitad? Sin problema. ¿Que ninguno es un delincuente profesionales de refinado estilo? Ni falta que hace. ¿Que la habilidad y el talento de cada integrante es bastante discutible? No importa. ¿Qué si no llega a convertirse en un robo histórico al menos deberá permanecer en la memoria de todo quisque viviente? Dalo por hecho. ¿Qué hay que hacerlo todo a prisas y corriendo y de cualquier forma? En marcha.

Seis miembros unidos por genética. Tres hermanos con una maldición evidente, uno cojo y sin trabajo, el otro manco y barman en un garito, y una peluquera cuya obsesión única son los coches y luego, otros tres hermanos más, dos que son tal para cual, ambos con la inteligencia de una hormiga y un tercero cumpliendo condena en prisión por reventar cajas fuertes. A primera vista estos cinco hombres y una mujer serían considerados vulgarmente en nuestro país como una pandilla de idiotas, (¿Por qué? a la vista está. Escasas dotes para delinquir, nada profesionales, nada expertos, con evidente poca movilidad en la mitad de integrantes y una muy cuestionable creatividad para talento en la otra) en EE UU este grupillo grotesco, simplemente serían clasificados como una banda de paletos. Estos seis miembros se juntaran para apoderarse del dinero de la recaudación de una de las mayores carreras de coche en EE UU, la Nascar; gracias a un plan ideando con rollos de cartón de papel higiénico, en día y medio.

Ejecución del plan de los Logan:
Steven Soderbergh gira ciento ochenta grados para conducir esta historia en dirección contraria a lo realizado anteriormente en Ocean's Eleven, Twelve, Thirteen. Sin recursos, sin especialistas, sin medios y sin grandes estrellas de Hollywood, llevará a cabo un robo que dejara con la boca abierta a propios y extraños en toda América. Una perfecta elección de los artistas dota a cada personaje de una fuerza visual en pantalla imponente. Empezando por: Channing Tatum (clásica imagen de joven americano) ideólogo y jefe, le viene al pelo este papel donde lo borda. Adam Driver (de rostro picassiano) este chico es un portento, su capacidad de interpretar sin decir una sola palabra me asombra, con cada película que hace este tipo se supera. Daniel Craig (agente 007) cuesta creer que sea él al verlo de esa guisa, un ejercicio camaleónico verdaderamente notable, muy metido en su papel, genial. Riley Keough (¿Que quien es?) a mí personalmente me ha maravillado, todo un descubrimiento, esta chica obsesionada con los coches deja claro que es una fuera de serie, una actriz para ponerse a ver lo mejor de su filmografía hasta la fecha y para seguirla de ahora en adelante. Y una mención especial al final de esta película con Hilary Swank (que heroína interpretativa madre mía) me encanta esa forma de representar el orgullo nacional americano pavoneándose, y de cómo no cejara de perseguir el resto de su carrera, si hace falta, a esta “banda de paletos” que se han reído de la ley.

La historia de La suerte de los Logan es clara, un robo cutre realizado por gente peculiar, que nos enseña que el más “pringao”, puede ser igual de bueno que cualquiera que se crea que es lo de mejorcito. ¿Steven Soderbergh da un golpe en la mesa para decir esto es lo que se hacer? Ni falta que le hace. Solo es una bofetada, sonora y en la cara, a todo lo que se considera absolutamente perfecto. Una película divertida, ingeniosa, lograda, bien interpretada y mejor ejecutada, brillante golpe de talento cinematográfico del gran genio Steven Soderbergh.

Esta película es tan autentica que no necesita ser recomendada.
Es de obligado cumplimiento verla.