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Voto de Sandro Fiorito:
4
7,0
50.854
Thriller. Terror
César es el portero de un edificio de apartamentos y no cambiaría este trabajo por ningún otro, ya que le permite conocer a fondo los movimientos, los hábitos más íntimos, los puntos débiles y los secretos de todos los inquilinos. Si quisiera podría incluso controlar sus vidas, influir en ellas como si fuera Dios, abrir sus heridas y hurgar en ellas. Y todo sin levantar ninguna sospecha. Porque César guarda un secreto muy peculiar: le ... [+]
30 de julio de 2012
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desaprovechada, insípida, sosa, previsible, sin tensión. Sólo Luis Tosar aporta algo que pueda producir interés sobre esta cinta que parte en su inicio con un montón de posibilidades y finalmente se queda en algo absurdo, inocente, con dos golpes de guión que pueden ser interesantes pero poco -poquísimo- más. Marta Etura cumple pero su personaje es tópico y aburrido: se han conformado con un cuerpo y una cara bonita olvidando que también hay que saber crear un personaje cuya personalidad conquiste e importe al espectador.
La aparición en pantalla de Alberto San Juan obliga a echarse las manos a la cabeza, pues dinamita las escenas en las que aparece sacándonos del todo de ellas por su nefasta, infame y ridícula interpretación, pero es que, claro, no se le pueden pedir peras al olmo y este hombrecillo pegaría más en una churrería a las seis de la mañana que no jugando a lo que los actores de verdad pueden hacer en su lugar.
Finaliza la película y te invade la indiferencia. Toca pensar: rescatemos su fotografía, su banda sonora, algún travelling o plano secuencia, ALGO. Pero es que eso tampoco brilla o está ausente.
La aparición en pantalla de Alberto San Juan obliga a echarse las manos a la cabeza, pues dinamita las escenas en las que aparece sacándonos del todo de ellas por su nefasta, infame y ridícula interpretación, pero es que, claro, no se le pueden pedir peras al olmo y este hombrecillo pegaría más en una churrería a las seis de la mañana que no jugando a lo que los actores de verdad pueden hacer en su lugar.
Finaliza la película y te invade la indiferencia. Toca pensar: rescatemos su fotografía, su banda sonora, algún travelling o plano secuencia, ALGO. Pero es que eso tampoco brilla o está ausente.