Una de las mejores películas de Roger Corman y tambièn de las más conocidas, se idealiza un poco en exceso la figura del barón Richthofen, como prototipo del soldado alemán perfecto, con muy pocos matices, por lo demás las escenas de batallas en el aire estan muy bien hechas para la época y son muy vibrantes y entretenidas. Tiene ese aroma a clásico de los cincuenta, aunque los personajes sean más políticamente incorrectos ,un buen par de actores protagonistas, un guaperas prototipo de ario Jhon Philip Law frente a un interesante Don Stroud con un aire a Marlon Brando en físico y actitud, como un descreído piloto canadiense que se convierte en un as de la aviación sin pretenderlo siquiera, la entrevista que le hace el periodista de su país es genial, surrealismo puro y duro. Todo un clásico moderno del señor Corman.