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Voto de JVMarq:
9
7,2
29.031
Acción. Comedia
Japón, siglo XIX. Zatoichi es un vagabundo ciego que vive del juego y de dar masajes. Pero además es un maestro con la espada, rápido y preciso como el mejor samurai. En una ciudad en las montañas, a merced de la banda de Ginzo, Zatoichi y su fiel amigo Shinkichi conocen a un par de geishas, bellas y peligrosas. Okinu y su hermana Osei han llegado a la ciudad a vengar el asesinato de sus padres, y su única pista es el misterioso nombre de Kuchinawa. (FILMAFFINITY) [+]
13 de noviembre de 2008
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zatoichi es una película con sabor añejo, a clásico, pero en este caso un clásico moderno. Bajo su sencillez se revela una historia llena de belleza y tradiciones. Se nota como el director japonés se esforzó en captar el mítico personaje en toda su esencia, no se quedó en la carcasa, se metió por dentro y fabricó un personaje propio y personal.
Kitano es Zatoichi, un habilidoso samurai que se oculta bajo la apariencia de un masajista ciego.
Asano es Hattori, otro habilidoso samurai, que se une a un clan por necesidad monetaria.
El enfrentamiento entre Takeshi Kitano y Tadanobu Asano se hace esperar y es uno de los mayores atractivos de esta película.
Los dos siguen caminos distintos. En esos caminos cada uno esta colosal, en su manera de llevar la historia a su terreno. Aunque a mitad se nos premia con un duelo en un espacio estrecho, que impide el fatal desenlace entre los dos samuráis.
El camino de Zatoichi y su historia en la casa de juegos con el jugador o la subtrama de las geishas, resulta muy cómoda de seguir, enfocada con el viejo estilo del director, con sus gestos y medio sonrisas cómplices, y sobretodo resulta muy simpática y divertida.
El camino de Hattori se basa entre el honor perdido ante un samurai que encontrara moribundo, y estar pendiente de la salud de su esposa. Hecho que le obligará a convertirse en un asesino a sueldo.
Su historia esta llena de silencios, y se nos da a entender que al igual que Zatoichi, no es una mala persona. Sino que su motivación le hace un personaje muy humano.
Y solo al final sus caminos se juntan en uno solo. El camino de la muerte.
La película te mantiene pendiente de todos los personajes y el duelo interpretativo no decepciona, los dos actores dejan unos personajes llenos de fuerza.
Kitano es Zatoichi, un habilidoso samurai que se oculta bajo la apariencia de un masajista ciego.
Asano es Hattori, otro habilidoso samurai, que se une a un clan por necesidad monetaria.
El enfrentamiento entre Takeshi Kitano y Tadanobu Asano se hace esperar y es uno de los mayores atractivos de esta película.
Los dos siguen caminos distintos. En esos caminos cada uno esta colosal, en su manera de llevar la historia a su terreno. Aunque a mitad se nos premia con un duelo en un espacio estrecho, que impide el fatal desenlace entre los dos samuráis.
El camino de Zatoichi y su historia en la casa de juegos con el jugador o la subtrama de las geishas, resulta muy cómoda de seguir, enfocada con el viejo estilo del director, con sus gestos y medio sonrisas cómplices, y sobretodo resulta muy simpática y divertida.
El camino de Hattori se basa entre el honor perdido ante un samurai que encontrara moribundo, y estar pendiente de la salud de su esposa. Hecho que le obligará a convertirse en un asesino a sueldo.
Su historia esta llena de silencios, y se nos da a entender que al igual que Zatoichi, no es una mala persona. Sino que su motivación le hace un personaje muy humano.
Y solo al final sus caminos se juntan en uno solo. El camino de la muerte.
La película te mantiene pendiente de todos los personajes y el duelo interpretativo no decepciona, los dos actores dejan unos personajes llenos de fuerza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El duelo es rápido, no hay tiempo para palabras, como debe ser. Uno imagina cómo será el golpe mortal que le dará la victoria, el otro tiene la suerte del que lo ve todo de su lado aun no viendo absolutamente nada, del Dios disfrazado de ciego pacífico que siempre triunfa.
La vida de uno se apaga cortada por el filo de la katana del otro. Pura poesía.
En mi opinión aquí acaba la película. Ahórrense el largo baile tradicional que sigue después, y que aun queriendo no puede empañar una gran película.
La vida de uno se apaga cortada por el filo de la katana del otro. Pura poesía.
En mi opinión aquí acaba la película. Ahórrense el largo baile tradicional que sigue después, y que aun queriendo no puede empañar una gran película.